Cinco diferencias entre Wimbledon y el torneo olímpico
Apenas han pasado tres semanas desde que Roger Federer parara el tiempo del tenis tras ganar la final de Wimbledon y destrozar el record de Sampras como número uno. Desde entonces, un sinfín de torneos menores, la mayoría en tierra, han poblado un calendario de transición a la espera de los Juegos. A la espera de que el All England Tennis Club se vistiera con los cinco anillos. Una transformación que implica cambios importantes si se compara con la férrea tradición de Wimbledon. Algunos más importantes que otros, eso también hay que decirlo.
- La duración de los partidos. El torneo olímpico se disputa al mejor de tres sets en todas sus rondas salvo en la final. Esto supuestamente hará que todo se iguale aún más, y ofrece a sacadores y jugadores de ataque una ventana de acceso a la medalla olímpica.
- Adiós al blanco. El club anunció hace un par de meses que no mantendría la obligatoriedad de jugar de blanco durante el torneo. No es Wimbledon, es un torneo olímpico que se juega en Wimbledon. Además, ir de blanco iría en contra de la idea de que cada deportista representa a un país al no poder usar sus colores. Con este permiso, los jugadores españoles podrán vestir de rojo, los argentinos de celeste y así con todos.
- La hierba. Los jardineros del club siguen afanándose en que el verde llegue bien al primer día, para ello se ha retirado el maltrecho césped del Grand Slam. Con semillas pregerminadas y plantadas en pista gracias a una especie de invernadero han tratado de sobrellevar de la mejor manera el julio más húmedo de los últimos años.
- Sin Nadal. El campeón no podrá defender su medalla, que ya espera un nuevo dueño. Es una noticia pésima para el medallero español, pero intentando verle el lado positivo aparecen dos beneficiados. El primero es Feliciano López, que jugará un torneo que le ilusionaba y que en principio le beneficia. El otro es David Ferrer, al que la baja de Nadal le hace librarse de jugar con los tres primeros del ranking por lo menos hasta semifinales. Un alivio y una jugada que eleva y mucho las opciones de David de optar a medalla.
- Tampoco habrá fresas. Lo tradicional en Wimbledon es comerse una buena remesa de fresas con nata durante los partidos. En este caso no es una directriz de la organización, que las hayan prohibido ni nada, es una cuestión de los ciclos agrarios. Ya no es temporada de fresas, igual fresquillas o paraguayas sí, pero fresas no habrá.