El revés paralelo de David Ferrer
Decía Toni Nadal el otro día en una entrevista que él en un primer momento intentó que Rafa pegara el revés a una mano. Sin embargo el niño tenía claro que le resultaba más cómodo a dos. Este martes, con la treintena ya superada, David Ferrer ha eliminado a Del Potro gracias a un sublime uso de su revés paralelo, un golpe que no acostumbra a pegar.
“El problema de los paralelos es que son menos naturales que los golpes cruzados” suelen explicar los entrenadores de tenis ante lo reacio de algunos chavales a tirar golpes rectos. La dificultad no solo reside en la dificultad del golpe, que no deja de ser un giro y cuya tendencia es siempre la de prolongar ese giro hasta el final y por lo tanto acabar cruzando. La lógica de la pista también lo indica.
El centro de la red, donde está el llamado clavo, siempre tiene unos centímetros menos que los laterales, esa ventaja es la que se aprovecha para tirar golpes cruzados y así minimizar el riesgo de que se quede en la red. Un fenómeno que no ocurre con el servicio, pues los saques cerrados o a la ‘t’ son los que se aprovechan de esa ventaja.
En el juego de Ferrer siempre ha llamado la atención su aversión a tirar reveses paralelos, mientras otros jugadores como Djokovic o Murray suelen cimentar parte de su juego en ese golpe. “David hoy tenía respuesta para todo” resumía al acabar un exhausto Del Potro se ha atrevido a decir que “Ferrer si juega como hoy le puede ganar a cualquiera”.
Más allá de rivales, opiniones y golpes, el mérito de David Ferrer reside en ser capaz de renovarse a los treinta años. Y aún más, de ser capaz alcanzar su cénit tenístico a esta tardía edad y de mantener la ambición intacta. Este miércoles 'Ferru' se juega las semifinales y algo más con Murray, se juega demostrar que puede colarse entre los cuatro primeros del mundo.
