“Es evidente que es legal, también que es desagradable, que educación deberá vigilar qué cuenta este y cualquier profesor a su alumnado. Pero que lo acabamos de descubrir, alcalde...”

Pamplona

Mañana es viernes y toca cena de los idiotés. Podría ser uno de los dilemas que plantea Aimar en su mesa. ¿Qué puede y qué no puede hacer alguien que sale de la cárcel? ¿Si la reinserción es el objetivo del sistema penitenciario, hay que establecer límites a esa reinserción?

EL dilema nos lo planteamos hoy, pero nos lo hemos planteado más veces. La ocasión de hoy es la contratación como interino de una persona condenada en Francia por pertenencia a ETA en un instituto de Tudela. Pero también salió este debate, con otras voces, cuando Jose diego Yllanes salió de la cárcel tras matar a Nagore Lafagge y volvió a trabajar como psiquiatra, que era su profesión antes de 2008 cuando mató a Nagore.

Es un debate con muchas aristas, pero también con muchos silencios. Esto dijo la semana pasada el alcalde de Tudela y vicepresidente de UPN, Toquero, en la COPE.

Acaba de descubrir, dice Toquero, que esto puede ocurrir. EL problema para Toquero y para UPN es que ya en 2013, cuando Yolanda Barcina era presidenta, Javier Esparza consejero y Cristina Ibarrola directora general de Salud, el diario el Mundo ya contó una historia muy llamativa. La de Juan Nazabal, asesino de Jesus Ulayar, que era orientador escolar en el mismo centro que estudiaban los nietos de su víctima. Entonces, un informe reservado de la guardia civil que jaleó el gobierno Barcina decía que un 5 por ciento del profesorado del modelo d tenia relación con ETA. ¿qué hizo ese gobierno? Nada.

Es evidente que es legal, también que es desagradable, que educación deberá vigilar qué cuenta este y cualquier profesor a su alumnado. Pero que lo acabamos de descubrir, alcalde...

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