Abraza-árboles

Pamplona

A principio de este mes el colectivo que protesta contra el proyecto de parking en la calle Sangüesa de Pamplona nos mandó una carta que luego corroboró la propia autora. Misiva firmada por Carmen Cervera en la que respaldaba su oposición a la tala de arboles que supone este proyecto. Baronesa Thysen que ya se encadenó a los árboles del paseo del Prado de Madrid y amenazó con llevarse el museo que lleva su título si el ayuntamiento de la capital talaba esos ejemplares en muchos casos centenarios.

Cervera lo consiguió, Gallardón cedió, los árboles siguen ahí. En la calle Sangüesa no parece que la alcaldesa Ibarrola vaya a tener la misma flexibilidadque Gallardón pero ayer el director general de Salud, Carlos Artundo, se mojó en este aspecto.

Porque el papel de los árboles no es un capricho de una aristócrata con antepasados en Los Arcos, por cierto. Esto va de Salud. 

Instituto de salud pública que se ha ofrecido a realizar un informe para el ayuntamiento sobre el impacto en salud de eliminar arbolado y su sombra en momentos en los que el cambio climático nos deja veranos cada vez más tórridos también aquí, donde identificábamos a nuestros paisanos en la playa por la costumbre de llevar chaqueta al hombro, por si refresca.

Cuando no refresca. O lo hace cada vez menos, el urbanismo cuenta.

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Porque sí, esto va de salud y de futuro, no de caprichos o marcianadas de abraza árboles.