Nunca se rinde

Pamplona

La juez de lo mercantil número dos de Pamplona ha rechazado las medidas cautelares que Osasuna le pedía para revertir la exclusión de la Conference League decidida por la UEFA. Comparte el fondo de la reclamación rojilla pero no considera que sea un obstáculo para la libre competencia porque "La UEFA es una entidad privada que organiza competiciones que se regulan según su normativa".

Y es verdad, la UEFA decide en las cosas que organiza, pero lecciones de ética y limpieza, pues las justas. Su presidente en 2015, Michel Platini, fue denunciado por recibir dos millones de euros de la FIFA. Él dijo que eran trabajos para esta federación mundial, pero mucho debió trabajar para llevarse ese sobresueldo. La FIFA, esa entidad que organiza mundiales en paraísos de la libertad y de la democracia como Qatar. Tan paradisiaco como Arabia Saudi, donde la Federación española lleva la supercopa para liberar a las mujeres un ratico en un país en el que no les dejan conducir.

Si esta es la ética, pues normal que a Braulio le den ganas de mandarlo todo al carajo.

Ganas que comparte una afición que es la que nunca deja al club. Hoy acaba el plazo de renovación y seguramente las cifras nos dirán que nos ha dado igual la UEFA. Instituciones deportivas, Federación y Liga que apoyan, dicen, pero se nota muy poco. Gobierno de Navarra que se pone del lado del club de nuevo.

El club prepara su última bala, el recurso al tribunal europeo de arbitraje deportivo.

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Osasuna, sin respaldo nacional - otra cosa sería si fueran Madrid o Barça- con la sensación de ser el pagano de otros, pero sabiendo que su afición, como Osasuna, nunca se rinde.