El Gobierno foral informa a la CHE en contra de la reparación de la presa de Santa Engracia
Alega motivos medioambientales que no comparten los practicantes de remo, que dicen que este deporte "prácticamente ha desaparecido en Navarra"
Pamplona
El Departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Navarra ha remitido a la Confederación Hidrográfica del Ebro informe contrario al propósito del Ayuntamiento de Pamplona de reparar la llamada Presa de Santa Engracia, rota desde 2017.
El Jefe de Negociado de gestión piscícola del Departamento, Jose Ardaiz, ha explicado en la SER los motivos que les han llevado a emitir informe contrario: "La filosofía es muy sencilla, todas las presas que no tienen uso industrial o han llegado al final de su vida útil han de retirarse del río porque toda presa tiene perjuicios sobre el ecosistema". Entre esos perjuicios, ha citado afecciones directas a la migración de los peces aguas arriba, al transporte de los sedimentos, sobre la vegetación de las orillas, y al ampliar la lámina de agua, hace que los rayos del sol incidan más, lo que calienta el río y hace que cambien sus propiedades químicas, incidiendo en el ecosistema.
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Recuerda Ardaiz que el informe se emite a petición de la Confederación Hidrográfica del Ebro, que es quien tiene competencia para permitir o prohibir la reparación de la presa. Confederación que, por cierto, ya se había mostrado contraria a ese proyecto.
Poco satisfechos con el informe y con la situación que se vive desde que en 2017 se rompió la presa, los miembros del Club de Remo de Pamplona. Su portavoz, Joxemiel Urra, ha hablado en la SER. Dice que como consecuencia dela ruptura de la presa, no pueden practicar su deporte en el Arga y han de desplazarse hasta Lodosa. Eso les impide realizar actividades de promoción de la actividad, lo que ha llevado a que "salvo cinco o seis veteranos" que todavía sacan tiempo y medios para acercarse a Lodosa, nadie practique esta disciplina olímpica. "50 años de Remo en Navarra han desaparecido", dicen.
Y han desaparecido, acusan, porque quienes redactan los informes contrarios a la reparación de la presa lo hacen "basándose en sus propias preferencias y sentados en un despacho", sin acercarse al río. Dicen que los informes se basan en estudios genéricos poco adecuados a la realidad concreta del Arga a su paso por la capital navarra. Por ejemplo, dice Urra, en la práctica ha quedado demostrado que las crecidas afectan más a las zonas sin presa que a las zonas en que todavía existen presas, al contrario de lo que dice el informe elaborado por Medio Ambiente.
Consideran que achacar efectos negativos sobre el exosistema a una pequeña presa en Pamplona es ridículo teniendo el río ya topado en Eugui. Dicen que el estiaje, muy intenso en el río en Pamplona, ya impide el necesario caudal ecológico, y recuerdan que desde 2017 no se ha recuperado la fauna piscícola, a pesar de no haberse reparado la presa.
Todo esto lleva a Urra a criticar que los técnicos responsables de los informes "no hayan bajado nunca al río". Dice que los conocedores de la situación real son ellos, que se acercan a las orilla y las conocen, y los cerca de seis mil vecinos que han firmado un documento pidiendo la reparación.