Encierros de San Fermín: 16 personas fallecidas desde 1910
Se cumplen 13 años desde la muerte de Daniel Jimeno, último corredor fallecido en un encierro de San Fermín
Los mozos, durante el cuarto encierro de los Sanfermines con toros de la ganadería La Palmosilla este domingo en Pamplona / Villar Lopez (EFE)
Pamplona
El 10 de julio de 2009, el toro "Capuchino" corneó fatalmente en el cuello a Daniel Jimeno, de 27 años y natural de Alcalá de Henares, en el tramo de Telefónica. Es la última persona fallecida en o a consecuencia de heridas sufridas en un encierro de San Fermín.
La lista negra se remonta al 7 de julio de 1910, cuando el joven falcesino de 21 años, Francisco García Gurrea, resultó herido en el montón que se formó a la entrada de la antigua plaza de toros, situada cerca de donde hoy se encuentra el Teatro Gayarre. A consecuencia de las heridas, desarrolló una enfermedad de la que murió pocos meses después, en enero de 1911. Está considerado como el primer fallecido en el encierro. El primer muerto a consecuencia de una cornada fue Esteban Domeño, sangüesino de 22 años que el 13 de julio de 1924 sufrió una cornada fatal en el tramo conocido como Telefónica.
Por tramos, la plaza de toros y el callejón, junto con Telefónica, encabezan las zonas negras del recorrido con hasta diez cogidas mortales. También hay días negros: ocho de estas dieciséis personas fallecieron el 10 o el 13 de julio. Hay dos días todavía más trágicos. El 10 de julio de 1947 fallecieron dos personas, corneadas por el toro "Antioquio". Una de ellas, Vicente Risco, procedía de Badajoz; la otra, José Antonio Sánchez, de 26 años, venía de Cintrüenigo. Lo mismo ocurrió el 13 de julio de 1980, cuando otros dos hombres, los dos navarros, Casimiro Heredia y Julian Zabalza, fueron corneados por el toro Semillero.
Todos los fallecidos son varones. Una circunstancia que se explica fundamentalmente porque las mujeres no pudieron correr los encierros hasta 1975 y porque son una aplastante minoría en la carrera -alrededor del 6% de los corredores-. Por edades, el muerto más joven tenía 17 años; el mayor, 63, si bien la inmensa mayoría no había cumplido los 30.
En cuanto a los lugares de procedencia, doce de los dieciséis fallecidos son navarros.
