Esta estadounidense se fuga a España: lo que encuentra aquí la motiva a ayudar a otros a seguir sus pasos
Tras probar la vida europea, y más concretamente la española, tiene claro que nunca más vivirá en EEUU
Turista en Barcelona / martin-dm
Muchas veces no somos conscientes de la riqueza que tiene nuestra tierra hasta que llega alguien de fuera a ponerla en valor. Quizá es porque estamos muy acostumbrados a todo lo bueno que nos ofrece y no lo echamos de menos hasta que salimos, mientras que cuando estamos aquí tan solo nos llaman la atención las cosas malas que, obviamente, también las hay y tenemos que denunciarlas si lo que queremos es mejorar en conjunto. Sin embargo, todo se ve mejor con perspectiva.
Son muchas las personas que vienen a España y se quedan maravilladas con nuestro estilo de vida, clima, gastronomía y un gran etcétera de cosas que ofrece, tan buenas son las experiencias que viven que una gran cantidad de esta gente decide mudarse o intenta por todos los medios acomodar su vida para poder estar aquí durante largas temporadas. Ese es el caso de Shawna Lumm.
Esta estadounidense de 31 años es de Los Ángeles, pero dio un vuelco total a su vida cuando tomó la determinación de venir a nuestro país. Su historia la recoge Bussines Insider en un texto en primera persona donde la chica relata todo lo que le ha llevado a valorar lo que ha ganado una vez que hizo las maletas y dejó Estados Unidos definitivamente.
Enamorada de España y Europa
Lumm cuenta que en 2015, cuando estudiaba en la Universidad Estatal de Washington, pasó un semestre estudiando en España, asegurando que "esa experiencia me cambió por completo". Las facilidades para viajar, lo asequible que era comer por ahí o tomarse una copa de vino, "la cultura de caminar" sin hacer falta un coche para todo y una infinidad de cosas que relata fueron las que le enamoraron de Europa. "La comunidad y mi vida social eran increíbles", relata.
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Cuando volvió a Estados Unidos trabajó en Texas, Chicago y Luisiana, pero no podía quitarse de la cabeza los recuerdos en nuestro país, confesando que "el típico sueño americano no me hacía gracia", donde todo gira en torno al dinero. No era lo suyo, así que buscó la manera de volver. Para hacerse con una visa, decidió "hacer un máster en emprendimiento e innovación en Barcelona" y así conseguir la de estudiante. Y una vez terminó, fue renovándola y se embarcó en el mundo empresarial.
"Comencé a hacer trabajos secundarios y a sumergirme en el marketing digital. Finalmente, me di cuenta de que no tenía que trabajar para otros y fundé una agencia de diseño web", pero todo dio un giro inesperado cuando a su padre le diagnosticaron cáncer de pulmón y tuvo que marchar a EEUU. Lamentablemente, falleció poco tiempo después, y tuvo que pasar el duelo y la frustración de una nueva vida estadounidense que no quería. "Empecé a notar la cultura tóxica: la gente parecía infeliz con su vida y muchos de mis amigos de la secundaria tomaban antidepresivos. También sentía que todo giraba en torno al dinero, incluso la atención médica", cuenta Shawna.
En ese momento volvió la nostalgia, así que utilizó todos esos sentimientos para montar su nuevo negocio, "Move Overseas Now, una empresa que ayuda a otras personas a mudarse. Ayudo a otros a mudarse al extranjero", pues a su regreso a España imaginó que mucha otra gente tendría sus mismas sensaciones. "Como coach de reubicación, ayudo a personas a mudarse permanentemente a Europa y América Latina a través de clases magistrales en línea que describen los pasos", afirmando que la mayoría de los clientes "que se inscriben en mis cursos tienen 35 años o más, tienen carreras profesionales establecidas, trabajan como autónomos o tienen un formulario 1099".
"Me hace sentir más libre"
"La asequibilidad es una de las principales razones por las que mis clientes se mudan al extranjero, especialmente los jubilados con ingresos fijos. Muchos de ellos descubren que en países como España, Portugal, Italia, Francia, Países Bajos, México, Costa Rica, Colombia y Panamá pueden vivir cómodamente con su cheque de la Seguridad Social, algo que no les es posible en EEUU", afirma, mientras que los menores gastos en vivienda, sanidad, seguros y diarios "experimentan más libertad, menos estrés y una mejor calidad de vida". Y ella lo tiene claro, no volverá por decisión propia a su país.
"Vivir en el extranjero me hace sentir más libre. El clima, la vegetación y la mayor seguridad que siento por ser mujer son increíbles. También me siento mejor espiritualmente porque las interacciones se sienten menos competitivas y transaccionales. Realmente me ha permitido bajar el ritmo y darme más gracia. No me veo regresando a los Estados Unidos, al menos no por voluntad propia, a menos que sea para un evento, como un funeral, o para ocuparme de algo serio durante un par de semanas".
