Los españoles les copian a los italianos algunas de las bebidas que usan para sentirse ligeros tras las comidas
Los italianos han encontrado una manera de evitar la pesadez estomacal después de comer

Café espresso. / Robert Alexander

En Italia, la cultura gastronómica es rica y variada, y los italianos son conocidos por disfrutar de comidas abundantes. Sin embargo, a pesar de la generosidad de sus platos, los italianos han encontrado una manera de evitar la pesadez estomacal y sentirse siempre ligeros después de comer. La clave radica en una tradición que han mantenido durante siglos: el consumo de ciertas bebidas después de cada comida. Este tipo de bebidas también han sido adoptadas con el paso de los años por los españoles para sentirse más ligeros después de un buen atracón de comida.
Una de las bebidas más populares en Italia para este propósito es el espresso. Este café fuerte y concentrado no solo es un placer para el paladar, sino que también tiene propiedades digestivas. El espresso ayuda a estimular la producción de ácido gástrico, lo que facilita la digestión de los alimentos. Además, la cafeína presente en el espresso puede ayudar a acelerar el metabolismo, contribuyendo a una sensación de ligereza después de comer.
Otra bebida tradicionalmente consumida por los italianos después de las comidas es el amaro. El amaro es un licor amargo elaborado a partir de una mezcla de hierbas, raíces y especias. Se cree que sus ingredientes tienen propiedades digestivas que ayudan a aliviar la pesadez estomacal y promueven una digestión saludable. Este licor se suele servir en pequeñas cantidades y se disfruta lentamente, lo que también contribuye a la relajación después de una comida abundante.
La 'grappa' es un licor destilado que se elabora a partir de los restos de uvas prensadas tras la producción de vino. Con un alto contenido alcohólico, se disfruta en pequeñas dosis, desempeñando un papel crucial en la digestión al estimular la circulación sanguínea y activar las enzimas digestivas.
También suelen tomar como bebida después de una comida pesada el 'vin Santo'. Es un vino de postre dulce, especialmente popular en la Toscana. Consumido con moderación, ayuda a la digestión debido a su contenido de alcohol y rico sabor, que estimula las papilas gustativas y promueve la descomposición de las grasas.
Por último, las infusiones de hierbas como la manzanilla, la menta, el hinojo o el romero son alternativas populares, especialmente entre quienes prefieren bebidas sin alcohol. Estas infusiones tienen propiedades carminativas y antiespasmódicas, reduciendo la hinchazón y el malestar abdominal.