El programa de lavavajillas que deberías dejar de utilizar: es uno de los más usados
No todas las personas terminan de utilizar bien este electrodoméstico
Varios utensilios en el lavavajillas. / Oscar Wong
El lavavajillas se ha convertido en un aliado indispensable para muchas familias. Sin embargo, recientes estudios y recomendaciones de expertos aseguras que son muchas las personas que no terminar de utilizar bien este electrodomésticos y usan programas que dañan su vajilla o no terminan de dejarla totalmente limpia.
El programa rápido del lavavajillas está diseñado para limpiar la vajilla en un tiempo reducido, utilizando temperaturas más altas y ciclos de lavado más cortos. A primera vista, esto puede parecer una solución ideal para quienes buscan ahorrar tiempo. No obstante, esta aparente eficiencia tiene un costo significativo en términos de consumo de recursos y efectividad de limpieza.
Uno de los principales inconvenientes del programa rápido es su alto consumo de energía y agua. Para compensar el tiempo reducido, este ciclo utiliza más energía para calentar el agua a temperaturas más altas y asegurar una limpieza rápida. Según estudios, el programa rápido puede consumir hasta un 30% más de energía y un 20% más de agua en comparación con el programa ECO. Este mayor consumo no solo impacta negativamente en el medio ambiente, sino que también se refleja en las facturas de servicios públicos, incrementando los costos para los usuarios.
Además del mayor consumo de recursos, el programa rápido no siempre garantiza una limpieza profunda y efectiva. En muchos casos, los platos y utensilios pueden quedar con residuos de alimentos o manchas, especialmente si están muy sucios. Esto se debe a que el tiempo reducido de lavado no permite que los detergentes actúen de manera óptima, lo que puede resultar en la necesidad de repetir el ciclo o lavar los platos a mano, incrementando aún más el consumo de agua y energía.
Otro aspecto a considerar es el desgaste prematuro del lavavajillas. El uso frecuente de ciclos cortos y a altas temperaturas puede afectar la vida útil del electrodoméstico, ya que los componentes internos están sometidos a un mayor estrés. Esto puede llevar a averías más frecuentes y a la necesidad de reparaciones costosas, lo que a largo plazo puede resultar en un gasto mayor para los usuarios.
En contraste, el programa ECO, aunque más largo, es mucho más eficiente en términos de consumo de recursos. Este ciclo utiliza temperaturas más bajas y tiempos de lavado más prolongados, lo que permite una limpieza profunda con un menor impacto ambiental. Además, el programa ECO está diseñado para optimizar el uso de detergentes y agua, lo que se traduce en un ahorro significativo en las facturas de servicios públicos.
