¿Por qué los adultos no tienen recuerdos de su infancia? Un nuevo estudio revela que los bebés son capaces de codificar recuerdos
La actual hipótesis refuta todas las teorías anteriores, que se sostenían en que los más pequeños no tenían la capacidad de recordar

Un bebé de cuatro meses en una imagen de archivo. / Catherine Delahaye

Madrid
Cuando se pregunta por el primer recuerdo de una persona, la mayoría no es capaz de nombrar ninguno relacionado con sus primeros años de vida. De hecho, en muchos casos la mayoría de reminiscencias del pasado suelen nacer a raíz de las historias de otras personas adultas. Desde siempre se ha dicho que esto se debe a que los bebés no son capaces de retener memorias, una hipótesis que ahora ha quedado totalmente refutada tras unos nuevos análisis neurológicos.
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Este hallazgo ha venido de la mano de un grupo de investigadores de la Universidad de Yale, en Estados Unidos. Para llegar a esta conclusión, los científicos han sometido a 26 bebés de entre cuatro y 25 meses a varias pruebas de memoria que demuestran que lo que se creía anteriormente es erróneo, y dan paso a una nueva forma de entender el cerebro y todos los elementos neurológicos que lo componen.
Las conclusiones las han publicado en la revista 'Science', donde han profundizado más en la materia de la memoria. Así, la teoría que se barajaba anteriormente sugería que los bebés no podían codificar recuerdos debido a que su hipocampo aún no estaba desarrollado (y no lo estaría hasta bien entrada la adolescencia). Ahora, la comunidad científica ha tachado de errónea esta hipótesis, al comprobar que los bebés de 12 meses sí son capaces de retener estas reminiscencias.
El motivo detrás de la falta de recuerdos infantiles
A pesar de haber desvelado que los bebés sí son capaces de codificar recuerdos, lo cierto es que esta hipótesis aún deja una pregunta al aire: si somos capaces de recordar, ¿por qué no lo hacemos de adultos? Pues bien, para dar solución a esta cuestión, los investigadores han planteado varias posibilidades.
La teoría predominante para arrojar luz sobre la llamada "amnesia infantil" (incapacidad de recordar los primeros años de vida), detalla que el problema no se encontraría en el hipocampo como se pensaba, sino que se debería a varios fallos en la recuperación de memoria. Esto quiere decir que los recuerdos siguen ahí incluso de adultos, pero no seríamos capaces de acceder a ellos.
El motivo detrás de la existencia de este punto ciego en nuestra memoria, sin embargo, sigue siendo un misterio, según han señalado los científicos. "Estamos trabajando para rastrear la durabilidad de los recuerdos hipocampales a lo largo de la infancia e incluso estamos empezando a considerar la posibilidad hipotética de que puedan perdurar de alguna forma hasta la edad adulta, a pesar de ser inaccesibles", ha apostillado uno de los investigadores, Nick Turk-Browne, a Efe.
El proceso de elaboración del estudio
El estudio se centró en el desarrollo de la memoria episódica, la encargada de registrar eventos específicos. Esta noción guarda relación con el aprendizaje estadístico, aquel que pasa por comprender patrones y repetirlos, algo en lo que los más pequeños destacan. Así, según el estudio, ambos tendrían lugar en este hipocampo.
Para llegar a todas estas conclusiones, el equipo, dirigido por Tristan Yates, consiguió reclutar a casi una treintena de bebés a los que se sometió a varias pruebas de memoria. Según se ha desprendido de la investigación, los científicos mostraron a los pequeños una imagen en concreto, ya sea de un rostro, un objeto o una escena desconocida para ellos. Después de que vieran más fotografías, se les volvió a enseñar la primera de todas.
A través de varias pruebas de resonancia, asimismo, los investigadores descubrieron que cuanto más observaban la foto los bebés, mayor actividad se acumulaba en su hipocampo, confirmando entonces que la codificación de recuerdos ya había comenzado, y refutando en el proceso una teoría que hasta entonces estaba más que consolidada.