'Adolescencia', la serie de moda grabada en plano secuencia y que hace pensar al espectador: "Te arrastra a un torbellino"

'Adolescencia' es la serie de moda. La producción británica de Netflix está arrasando en la plataforma y está en boca de todos, siendo el contenido audiovisual más visto y del que más se ha hablado en la última semana. Las críticas son casi unánimes y van en el mismo sentido: es más que recomendable ver los cuatro capítulos tanto por los temas que trata, que hacen pensar al espectador, como por la forma en la que están rodados.

Javier Ocaña, crítico de cine de Hoy por Hoy, ha aprovechado su sección Vida y cine para comentar la serie que habla de la posible implicación de un niño de 13 años en un asesinato. La serie recrea lo que sucede desde la detención del adolescente en cuatro capítulos que simular suceder en tiempo real y, para ello, todo está grabado en un plano secuencia que en tres de los cuatro episodios se antoja de una enorme dificultad técnica.

Ocaña apunta que él en sus clases siempre pregunta a los alumnos que si el plano secuencia de una obra audiovisual sirve para demostrar una virtuosidad técnica o aporta narrativamente y, en este caso, es la segunda opción, y lo demuestra con dos cuestiones: "¿Si no se hubiera rodado en plano secuencia, hubiera sido la misma? No. ¿Y si no se hubiera hecho en plano secuencia, la serie seguiría siendo tan buena? Sí".

En lo que al contenido se refiere, Ocaña destaca el tercer capítulo, precisamente el menos espectacular de cámara, porque es el interrogatorio del protagonista en un espacio cerrado. Pero la evaluación psicológica del niño "te arrastra a un torbellino" que va del sexo a las redes sociales, pasando por la educación, el acoso escolar, la soledad infantil, las amistades o la violencia de género.

Pero por encima de todo ello surge la misoginia, "que también está ahí". ¿Qué piensan algunos chavales de las chicas? ¿Por qué se relacionan así con ellas? ¿Las relaciones entre chicos y chicas se están volviendo tan complejas? Preguntas que reflejan con certeza la situación real de muchos adolescentes.

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Una serie que exige al espectador

No es recomendable ver 'Adolescencia' como algo que acompañe de fondo, porque es una producción que "exige" al espectador. "No te puedes poner a ver qué ocurre, porque es una serie muy buena, rápida, con muchísimo diálogo e información y que tiene detalles muy sutiles también", indica Ocaña, que también resalta su "enorme carga emocional" que te hace tener que digerir cada episodio.

Otro de los aspectos originales de la serie es que se centra en la familia del presunto criminal y no en la de la víctima, algo que también está provocando el aplauso de todo el mundo, que está regando con críticas positivas la obra.

Javier Ocaña también se suma a esos comentarios y destaca el equipo, que es el que rodó la película 'Hierve', así como las actuaciones de Stephen Graham (padre del protagonista) y Owen Cooper, el joven que da vida a Jamie Miller y que tiene una interpretación "flipante" en el tercer episodio. "El niño tiene que hacer una interpretación mayúscula y complicadísima, delicadísima, en un plano secuencia sin posibilidad de cortar. La hace y la hace. Y es increíble".

Tres puntos son los que le chirrían a Ocaña. "Menores, en todo caso, pero que me gustaría comentar", dice. El primero, una pregunta en el primer episodio que no se hace, y es que a quién ha matado el joven, información que no dan hasta el final para provocar un shock en el espectador, pero que le quita parte del realismo al capítulo, ya que es una de las primeras preguntas que se harían unos padres.

El segundo, una situación del segundo capítulo con unos emojis de Instagram que le llaman la atención; y el tercero, los diez minutos finales del cuarto capítulo, por terminar la serie con una reflexión "demasiado explícita" y "un pelín lacrimógena".