El caso de Ivana: tener una casa es tener un futuro

Barcelona

Una vida. Es lo que resume el caso de Ivana y su padre. Una familia monoparental que encadenaba dificultades para llevar una vida normal. "Mi padre tiene problemas de salud y tenía que trabajar un montón de horas", nos cuenta Ivana. Es una joven de 20 años que está estudiando psicología en la universidad. Es su gran vocación y su ilusión, y que gracias a la intervención de la Fundació Hàbitat3 se ha convertido en realidad. Esta fundación pone en contacto a propietarios con servicios sociales y entidades del tercer sector para ofrecer viviendas a personas y familias que tienen dificultad para acceder a ellas.

Aquí ganan todos

Hàbitat3 ofrece una intermediación que incluye la seguridad y tranquilidad para propietarios. Y una oportunidad de salir de la exclusión a los inquilinos. Nos comenta Carme Trilla, su presidenta. Es bueno porque pone disposición de las administraciones más vivienda social para cubrir necesidades, y a los propietarios les ofrece la garantía de cobrar el alquiler cada mes, restaurar la vivienda si es necesario y devolverla en perfecto estado. Además de tener mediadores que hacen de interlocución y seguimiento de los inquilinos. Eso sí, los propietarios tienen que aceptar el precio, en zonas tensionadas, que establece la ley de vivienda catalana. Renuncian a especular pero contribuyen a dar una oportunidad a quienes no tienen un techo. Nos lo cuenta Emi, recién jubilada, que desde hace 10 años tiene el piso que heredó de su madre gestionado por Hàbitat3. No cobra una jubilación alta y admite que podría ganar hasta 400 euros más en el mercado libre, pero "tengo para mis cosas, a lo mejor es que tengo cosas muy simples, pero soy feliz ¿para qué quiero más" para ella es una experiencia en la que todo el mundo gana. "Fui a la celebración de los 10 años, oye pues salí muy contenta de ver la cantidad de gente que ha salido de la pobreza total gracias a tener una vivienda" confiesa Emi.

Mi padre ha recuperado la salud y yo puedo estudiar

Así resume Ivana cómo tener una casa en condiciones les ha cambiado la vida. Desde que ella era muy pequeña recuerda a su padre angustiado por no poder llegar a fin de mes o quedarse sin casa. Malvivieron en habitaciones, casas en peligro de derrumbe...Hasta que un día su padre, enfermo con problemas cardíacos, se apuntó a un programa en servicios sociales. Era muy difícil que les dieran un piso "incluso pillé a mi padre rezando en la cocina para que no dieran el piso y no somos creyentes ni nada". Y finalmente un día recibieron esa llamada " a mi padre se le iluminó la cara" y cuando colgó y dijo que nos había dado un piso gestionado por Hàbitat3 "saltamos y lo celebramos como si hubiéramos ganado la Cahmpios, que de hecho la ganamos". Ella supo lo que es tener una habitación, un casa bonita "mis notas mejoraron al no tener que vivir con esa angustia". La salud de mi padre ha mejorado tanto que se plantea incluso hacer deporte "le ha devuelto la chispa y las ganas de vivir". Ivana es consciente de la oportunidad que ha tenido "por eso me esfuerzo mucho para aprovecharla" y lanza el mensaje a quienes estén ahora mismo en esa situación de desamparo "que no tienen la culpa, que a veces quieres salir de ahí, pero sin ayuda no puedes. Por eso es importante tener a alguien que te tienda una mano para salir del pozo". Y acaba insistiendo, Ivana, que ayudarnos es fundamental porque todos nos podemos ver en alguna ocasión necesitados.