PSOE y PP comparten posturas, pero el rearme de Europa tampoco acerca a Sánchez y Feijóo
El líder de la oposición aleja la posibilidad de alcanzar un acuerdo en materia de defensa con el Gobierno pese a coincidir en la gravedad de la situación y la necesidad de reforzar la seguridad europea
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez con el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. EFE/Javier Lizón / Javier Lizón (EFE)
"Salimos igual que entramos". Con esa frase, distribuida a los medios, el PP resumía este jueves la reunión celebrada en la Moncloa entre Sánchez y Feijóo. Génova se quejaba así de que su líder abandonara la sede de la presidencia del Gobierno con la misma información que tenía cuando llegó. "Nada nuevo", se afanó en repetir el equipo del dirigente popular para dejar clara la inutilidad del primer encuentro entre ambos dirigentes, casi un año y medios después. Feijóo, que había pedido a Sánchez que no excluyera a Vox de una ronda de contactos a la que Abascal no quería acudir, se esforzó en justificar su presencia en la Moncloa, por "sentido de Estado y responsabilidad".
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Y en verdad, tenía razón el líder del PP al decir que salía igual que entró. Porque ni las evidentes coincidencias sobre cómo debe reaccionar Europa a los cambios geopolíticos que ha provocado el regreso de Trump a la Casa Blanca, ni el hecho de compartir la necesidad de incrementar el gasto militar y hacerlo en el marco de la OTAN, hicieron que el dirigente gallego se tomara un respiro en su labor de oposición al PSOE. Feijóo recurrió a los argumentos de siempre para hablar de una situación que, según él mismo, mantiene a Europa más en peligro que nunca.
Para el líder del PP, más que una reunión lo que tuvo con Sánchez fue "un café de media hora". En su comparecencia, denunció que el Gobierno no tiene ningún plan y que lo que había escuchado por boca del presidente no era "ni serio, ni limpio" y dibujó a un Ejecutivo "atado" y sometido al "chantaje" de unos socios, contrarios al incremento del gasto militar, y que más que proteger Europa, "buscan debilitarla". Por eso, aprovechó para pedir de nuevo una convocatoria adelantada de elecciones que saque al país de esta "encrucijada". Llegó a asegurar que Sánchez dirige a España hacia una autocracia.
Sánchez evitó entrar a confrontar con Feijóo. Dejó que fuese el ministro Albares el que criticase la actitud del líder de la oposición, al que afeó "no estar a la altura" en un momento en la que no se necesita una "oposición de desgaste" sino una "oposición de Estado", dijo el titular de Exteriores en su comparecencia posterior. A pesar de las preguntas insistentes de la prensa, el presidente del Gobierno no quiso responder a las valoraciones del presidente del PP. Al contrario, aseguró que el encuentro se había mantenido en un ambiente cordial y que confiaba en mantener abierto el canal de diálogo y comunicación, al menos en esta materia, defendiendo que así lo precisa la situación.
Feijóo si hizo una demanda que compartieron el resto de portavoces que pasaron ayer por la Moncloa, someter cualquier tipo de acuerdo o incremento del gasto en defensa a votación en el Parlamento. Lo contrario sería, dijo, "regatear la Constitución". Sin embargo, a pesar de las palabras gruesas o de la crítica por la forma y el formato de las reuniones, lo que quedó claro tras la ristra de comparecencias es que PSOE y PP tienen visiones compartidas sobre cómo abordar esta cuestión.
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Sánchez y Feijóo, en sus respectivas comparecencias, llegaron a expresarse con casi las mismas palabras. "Ha llegado el momento de avanzar sin vacilación hacia la autonomía de Europa en su propia defensa”, decía el líder del PP. "Es hora de que Europa dé un paso al frente y aumente sus capacidades en seguridad y defensa, porque nadie mejor que nosotros mismos para cuidarnos", aseguraba el jefe del Ejecutivo para reclamar una mayor soberanía militar e industrial. PSOE y PP votaron esta semana juntos a favor del incremento del gasto en defensa en Bruselas. Pero el clima y la tensión habitual de la política española hace casi imposible pensar que esa imagen se pueda repetir en el Parlamento nacional.
