El fin de la austeridad
Alemania coge el toro por los cuernos y da un vuelco de casi 180 grados a la historia de su política económica

Madrid
Es el fin de las restricciones presupuestarias. Es el fin del austeritarismo fiscal. Alemania coge el toro (de la recesión) por los cuernos (con la expansión). Y da un vuelco de casi 180 grados a la historia de su política económica. Y llega por acuerdo del canciller entrante, el democristiano Friedrich Merz, y del saliente, el socialdemócrata Olaf Scholz.
Atención, Alemania es el país líder de los llamados “frugales” o países más partidarios de la austeridad. Y dentro de la República Federal, de los grandes partidos grandes clásicos , la democracia cristiana es el único que se negaba como gato panza arriba a renunciar a la misma: apoya ahora el programa que las dos izquierdas que gobernaban socialdemócratas y verdes, no pudieron completar, por culpa de los liberales.
Es pues, una noticia extraordinaria. Impulsa la actualmente muy débil inversión pública y esta debe a su vez reactivar la economía federal, que ahora está cerca del cero. Y la europea, que va algo mejor, pero nada boyante.
El bazooka incluye cuatro disparos: 500.000 millones de euros a doce años de inversión en infraestructuras, fuera de presupuesto; 100.000 millones en medio ambiente; libertad sin límite en materia de defensa; y recuperación de la posibilidad de los Länder (nuestras autonomías) de endeudarse: por unos 15.000 millones/año, o sea otros posibles 180.000 millones en doce años. Es mucho. Era hora.

Xavier Vidal-Folch
Periodista de 'EL PAÍS' donde firma columnas y colaborador habitual de la Cadena SER, donde publica...