Fernando Aramburu revela su curiosa forma de ver películas: “No soy buen espectador, lo reconozco”
El escritor vasco no se considera una persona cinéfila
Fernando Aramburu revela su curiosa forma de ver películas: “No soy buen espectador, lo reconozco”
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La relación de Fernando Aramburu con la cultura es muy estrecha. El escritor natal de San Sebastián estudió Filología Hispánica en la Universidad de Zaragoza, donde compartió piso con dos compañeros. En 'El Faro' de Mara Torres, el autor vasco ha contado que, de una casualidad tan mundana como es la visita de una persona interesada para alquilar su piso, conoció a la que se convertiría en su mujer, la alemana Gabriele Pape. Su amor llevó a Aramburu a trasladarse a Alemania, donde se dedicó a la docencia antes de apostar por su carrera literaria.
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Aunque la cultura corre por sus venas, Aramburu confiesa que el cine nunca le ha llamado la atención. "No me ha ido nunca. De todos modos, estoy tratando de corregir esto y de llenar esta inmensa laguna. He sido muy poco cinéfilo, pero llevo un tiempo viendo películas que todo el mundo conoce y que yo me he perdido, clásicos", reconocía el escritor vasco. Fernando Aramburu ha asegurado que el gran impedimento reside en que no tiene paciencia. "No tengo paciencia para ver las películas completas de un tirón, entonces lo que hago es ver unos 20 minutos de película al día", explicaba.
"No tengo nada que ver con el cine"
El escritor asegura que, en muchas ocasiones, también le resulta difícil engancharse a la historia, pero encuentra su interés en los detalles, en la perspectiva o el ritmo de la narración. En su afán por ser comprometido con su ejercicio, para Aramburu, acudir a una sala de cine resulta un pasatiempo poco resulta poco productivo. "Ir a un cine, sentarme en la oscuridad con una masa de gente, tener al lado alguien que está masticando palomitas o ese producto seco que cruje y que da un olor que me desagrada mucho, los veintitantos minutos de publicidad al principio... Todo esto a mí me causa una enorme pereza", sostenía.
Es precisamente por este motivo por lo que parece especialmente irónico que Fernando Aramburu fuese invitado por Félix Viscarret a subir al escenario de la gala de los Goya 2006, a recoger el premio a mejor guion adaptado por la película 'Bajo las estrellas', que está basada en la novela del vasco, 'El trompista del Utopía'.
A raíz de esta anécdota ha contado que nadie sabía sobre su asistencia a esa gala. "Yo vine de Alemania para asistir a esta ceremonia y no me llegó la maleta. Fui con unos zapatos que ya llevaba desde hacía 3 días, con algo de ropa que me compré de urgencia, porque era un domingo en que El Corte Inglés abría, algo para no ir con la misma ropa ya maloliente", contaba el escritor, añadiendo que "después me puse enfermo porque de alguna manera no me va bien dormir sin pijama".
Todo esto, cuenta Aramburu, dio lugar así porque él en ningún momento pensó que sería posible que él fuese a subir al escenario. "Afortunadamente, no hablé porque no tenía nada que decir y porque además yo ahí era un perro verde, yo no tengo nada que ver con el cine". Aun así, en un momento de orgullo, Aramburu ha bromeado con que trae "suerte a quienes han adaptado mis novelas", teniendo en cuenta el éxito que ha tenido también 'Patria'.
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