"Cosas de un señor despistao que no tienen ninguna gracia": Ángeles Caballero carga contra la declaración de Rajoy en el Congreso por la 'guerra sucia' del PP

Lo de ayer fue la comparecencia de “una persona de derechas de provincias”, que es como él mismo, Mariano Rajoy, se definió. Para otros, es M. Rajoy. Un señor socarrón, sí, pero que también se mostró enfadado, que no paró de señalar con el dedo y movió mucho los brazos, como una señal de protesta, eso sí, bastante educada. Quizá porque el cuerpo le pedía, a la primera sacada de quicio de la diputada Ione Belarra, dar un golpe sobre la mesa y largarse por donde había venido.

Me lo imagino pensando qué demonios hago aquí entre esta gente, por qué me han roto la agenda del día, con lo bien que se está en la rutina, y tengo que venir aquí, al Congreso de los Diputados, tan perdido que lo tenía de vista, a las once de la mañana después de la victoria del Madrid de anoche.

Don Mariano, como le nombró una y otra vez el diputado de Bildu Jon Iñarritu, ha decidido encasillarse en el mismo personaje. Ese señor despistao, que no se entera de nada y que hace gala de ello, el que entre copazo y copazo comenta las chanzas del día, tiene alguna que otra salida ingeniosa, de vez en cuando asoma que es una persona leída, o se convierte en el Pichi del chotis, el chulo que castiga. “¡Coño!”, exclamó cuando llevaba una hora y 38 minutos sentado en la silla. Todo eso él lo sabe y lo exprime. Y a mí, personalmente, me cansa.

Rajoy tenía que hablar de la Operación Cataluña, pero a él lo que le parecía importante es recordarnos una y otra vez que es un demócrata al que le fascinan la Constitución del 78 y el cumplimiento de la ley, que ha escrito un libro estupendo y que fuera de ahí, para él, no hay nada. Al menos que le interese. Porque no tiene ningún conocimiento, no le consta nada y no sabe de qué demonios le están hablando.

Y quizá todo esto tendría gracia si no fuera por un detalle menor: que el de ayer en el Congreso fue presidente del Gobierno, y a ese presidente del Gobierno le declararon la independencia de Cataluña y optó por responderla con la ley, sí, pero también a porrazos. Cosas de un señor despistao que, entonces y ahora, no tienen ninguna gracia.

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