“Cuando me pinché el primero, casi me muero”: el caso de Rocío y el mal uso de Ozempic para adelgazar
Esta paciente no se sometió ni a una analítica antes de recibir la prescripción
“Cuando me pinché el primero, casi me muero”: el caso de Rocío y el mal uso de Ozempic para adelgazar
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
La prevalencia de la obesidad en todo el mundo mantiene a la enfermedad entre uno de los principales problemas de salud a nivel global. Tras décadas focalizados en "las dietas milagro", el ayuno intermitente u otros hábitos para tratar de perder peso, en los últimos años se ha disparado el interés por los "medicamentos milagro" como Ozempic, Wegovy y Mounjaro, que inicialmente fueron concebidos para tratar la diabetes tipo 2.
Más información
La revolución farmacológica ha llegado a unos números tales, que la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) llegó a alertar de la crisis de abastecimiento ante la creciente demanda. Sin embargo, los expertos siguen advirtiendo de los posibles efectos secundarios de su uso y recuerdan el uso responsable bajo supervisión médica. La periodista de la SER María Manjavacas ha hablado con Rocío, una paciente cuya experiencia ejemplifica los riesgos del uso indebido del medicamento.
"Casi me muero"
La afectada llevaba tiempo queriendo adelgazar y acudió al médico con la idea de que le ajustasen unas pautas alimentarias para lograrlo. Pero la ayuda que recibió no tuvo nada que ver. "Yo fui al endocrino porque quería adelgazar solo 4 kg. Fui a que me pusiera una dieta de 150 g de carne y, sin preguntarme nada de nada ni hacerme análisis, me puso Ozempic y me dijo que me pusiera una de 0.50 cada sábado", explicaba Rocío.
Fármacos para adelgazar: ¿un atajo peligroso?
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
La paciente recuerda que esto le sorprendió, y ella misma insistió al profesional si no era necesario realizar unas pruebas primero, antes de comenzar con los pinchazos. El endocrino le dijo que no hacía falta, sin tampoco consultar si era diabética o cómo tenía la tensión. Los análisis, según su médico, se podían llevar a cabo al finalizar el tratamiento.
Siguió las indicaciones que le había proporcionado el especialista, pero el efecto que la medicación tuvo en su cuerpo fue fatal, llegando Rocío a temer por su vida. "Me pinché el 0.50 primero y casi me muero. Estuve malísima cuatro día y, de hecho, tuve que llamar a urgencias para que me vinieran a atender. Yo no podía ni moverme de casa, vomitaba absolutamente todo", narraba Rocía, que sostiene que también sufrió "dolores de cabeza terribles".
