Nuevo hito en la carrera espacial: Blue Ghost se convierte en la segunda nave privada de la historia en aterrizar con éxito en la Luna
La sonda espacial transportaba equipo científico de la NASA con el fin de estudiar el terreno y establecer la presencia humana permanente en el satélite

Primeras imágenes del módulo Blue Ghost aterrizando en la Luna.

Madrid
A pesar de ser el cuerpo celeste más cercano a nuestro planeta, a tan solo 384.400 kilómetros, aterrizar en la Luna no es una empresa fácil. De hecho, desde el inicio de la carrera espacial se han llegado a mandar más de 150 misiones, aunque solo la mitad lo ha logrado. Es por eso que el módulo Blue Ghost ha logrado un hito sin precedentes este domingo, al alunizar con éxito en la superficie del satélite: se ha convertido en la segunda nave privada de la historia en hacerlo.
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Ha sido cerca de las 09:35 horas cuando la sonda espacial se posaba en la Luna, tras un viaje de seis semanas por el espacio. El Blue Ghost transportaba un equipo de 10 instrumentos que han llegado en perfectas condiciones y que se usarán en el futuro para un estudio exhaustivo del terreno como parte del programa Artemis de la NASA. Esta misión, así, analizará el subsuelo, la superficie y la atmósfera lunar para determinar la viabilidad de la presencia humana permanente en el satélite a finales de la década.
El viaje comenzó el pasado 15 de enero, cuando el módulo, propiedad de la empresa estadounidense Firefly Aerospace, despegó desde Florida. Aunque fue el pasado lunes cuando la sonda inició su maniobra final de inserción en órbita lunar, no ha sido hasta este primer domingo de marzo cuando ha tocado suelo lunar. Los próximos 60 días (duración de la misión) serán claves para el futuro del programa Artemis, pues los instrumentos comenzarán a recopilar datos que permitan el regreso de los humanos al satélite, así como la exploración del espacio profundo.
La segunda nave privada de la historia
La carrera espacial continúa, y más acelerada que nunca. Blue Ghost ha marcado un antes y un después en los avances científicos, al conseguir alunizar con éxito y convertirse en la segunda nave privada en realizar la hazaña. La primera fue Odiseo, de Intuitive Machines, que no solo batió este récord, sino que también fue la primera de origen estadounidense que llegaba desde que el Apolo lo hacía en 1972.
El Odiseo, aún así, no consiguió el aterrizaje tan exitoso del Blue Ghost, pues a los pocos segundos de posarse cayó de lado, al engancharse "con un pie en la superficie". Ahora, Intuitive Machines quiere volver a hacer historia, esta vez con la sonda Atenea, que ya ha despegado y se espera que se pose en el satélite en los próximos días.
Todas estas misiones forman parte del Programa de Servicios Comerciales de Carga Útil Lunar (CLPS por sus siglas en inglés), encargada de lanzar pequeños vehículos o módulos robóticos al satélite. El CLPS ya ha lanzado tres naves, aunque solo las dos últimas han conseguido su objetivo. La primera, la Peregrine, se lanzó el 8 de enero de 2024, aunque nunca llegó a la Luna, pues pocas horas después del despegue sufrió una "anomalía" que impidió el cumplimiento de la misión.
Los instrumentos que lleva Blue Ghost
Se espera que los 10 instrumentos del complejo equipo de Blue Ghost comiencen a recopilar datos e imágenes cruciales para el programa Artemis. Entre las herramientas más destacadas ha figurado el experimento Lunar GNSS Receiver Experiment (LuGRE), que ya logró durante el viaje rastrear señales del Sistema Global de Navegación por Satélite (GNSS) a una distancia récord de 246.000 millas (unos 400 kilómetros). Con ello quedó demostrada la viabilidad de utilizar constelaciones de satélites terrestres como GPS y Galileo para la navegación en la Luna.
Ahora, LuGRE intentará un nuevo récord: la primera recepción de señales GNSS en la superficie lunar. Sus datos su sumarán a los del telescopio Lunar Environment Heliospheric X-ray Imager (LEXI), que ha estado en operación desde poco después del lanzamiento, acumulando ya más de 50 horas de funcionamiento para su calibración y preparación.
Otros instrumentos a bordo son el Regolith Adherence Characterization (RAC), que evaluará cómo el polvo lunar se adhiere a diferentes materiales, información crucial para el diseño de futuros equipos y trajes espaciales, mientras que el Lunar Instrumentation for Subsurface Thermal Exploration with Rapidity (LISTER) medirá el flujo de calor desde el interior de la Luna, proporcionando información sobre su estructura térmica.
Ahora, solo queda esperar los 60 días que dura la misión para conocer el resultado de estos estudios cuando el módulo Blue Ghost vuelva a casa. La empresa creadora, por su parte, ya tiene prevista una nueva salida de la nave, aunque no tendrá lugar hasta 2026.