Minuto 92, primer tiro a puerta del partido... ¡y golazo de chilena para darle la victoria al Leganés!
Diego García le da la victoria al equipo pepinero en el derbi del sur de Madrid

En un montaje, dos fotogramas del gol de Diego García

El Leganés evita caer en el descenso una jornada más y vuelve al camino de las victorias después de cinco partidos sin sumar de tres. Lo ha hecho ante el Getafe, en un derbi del sur de Madrid pasado por agua y en el que ha habido poco fútbol y poquísimos tiros a puerta. Concretamente, solo uno. Eso sí, ese único lanzamiento entre los tres palos, de Diego García y de chilena, ha sido suficiente para darle la victoria al Leganés, que sigue distanciándose de la parte baja de la tabla y ya suma 27 puntos.
El estadio de Butarque ha tenido una buena afluencia de público para vivir el duelo del sur de Madrid, un derbi de dos ciudades separadas por apenas siete kilómetros y de dos proyectos de fútbol que luchan por permanecer en Primera División. La lluvia ha caído con intensidad sobre el verde y los paraguas no han tardado en aparecer en una grada que ha podido disfrutar de escasas ocasiones y de menos acierto. En total, seis tiros para el equipo local y nueve para el visitante, pero sin ocasiones claras y sin apenas intervenciones de mérito de ninguno de los dos porteros.
Tanto es así que lo más destacado de la primera mitad no ocurrió sobre el verde, sino en una de las gradas, dónde el desmayo de una persona entre el público obligó a detener el partido y a la actuación de las asistencias de ambos equipos. Incluso Miguel de la Fuente y David Soria colaboraron acercando parte del material médico hasta las propias gradas, pero el incidente se resolvió sin mayores problemas y el partido pudo continuar.
Cuando el partido daba sus últimos coletazos y ambos equipos parecían más que conformes con el empate sin goles, Dani García recibió dentro del área del Getafe y, en parte gracias a un mal control, se atrevió a darse la vuelta para golpear el balón de chilena. El golpeo salió tenso y lo suficientemente escorado para sorprender a un Soria que llegó a tocar con una mano, pero que acabó metiendo el balón en la portería con la otra. Butarque explotó en un gran grito de euforia y alivio, a partes iguales, porque el equipo volvía a sumar de tres después de cinco partidos y conseguía sacarle tres puntos a un rival siempre rocoso como el Getafe.