Milei modifica una normativa argentina para calificar de "idiotas" o "imbéciles" a personas con discapacidad intelectual
El presidente argentino ha realizado cambios despectivos en la normativa con el objetivo de endurecer los criterios médicos a la hora de evaluar quién puede beneficiarse de pensiones por discapacidad
El presidente argentino, Javier Milei, durante el último día de la CPAC en Washington. EFE/EPA/SAMUEL CORUM / POOL / SAMUEL CORUM / POOL (EFE)
Madrid
El presidente argentino, Javier Milei, ha vuelto a sembrar la polémica tras la última modificación de la normativa para otorgar prestaciones a personas con discapacidad. En el Boletín Oficial de la República Argentina publicado desde el pasado 14 de enero se pueden comprobar cambios en la calificación por niveles de las personas que presentan discapacidades intelectuales.
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La resolución, firmada por la Agencia Nacional de Discapacidad, un órgano que depende del Ministerio de Salud, utiliza términos como "idiota", "imbécil" o "débil mental profundo" para definir a personas que sufren algún tipo de discapacidad, a los que de forma general califica de "retardos mentales".
Milei ya había realizado cambios en torno a la normativa con el objetivo de "auditar todas las pensiones no contributivas por invalidez laboral". Cuando llegó al Gobierno, el presidente argentino tumbó el decreto con el que el anterior mandatario, Sergio Massa, había hecho compatible el trabajo con cobrar una pensión por invalidez.
La justificación de Milei por aquel entonces se sostenía en el argumento de que si una persona tenía facultades para trabajar, no debería cobrar una pensión. El cambio actual impuesto por el Gobierno argentino va más allá e introduce ahora modificaciones para endurecer los criterios médicos a la hora de evaluar el nivel de discapacidad.
"Idiota", "imbécil" o "débil mental profundo"
Los calificativos corresponden a los distintos niveles de coeficiente intelectual de una persona, de tal forma que el nuevo cambio en la normativa de Milei se refiere a personas "idiotas" a aquellas que tengan un CI entre 0 y 30. Es decir, y tal y como se lee en el texto, personas que "no atravesaron la etapa glósica, no leen ni escriben, no conocen el dinero, no controlan esfínteres, no atienden sus necesidades básicas o no pueden subsistir solas"
Entre un 30-50 de coeficiente intelectual, el Gobierno de Milei agrupa a los que denomina despectivamente como "imbéciles", a los que describe como personas que "no leen ni escriben, atienden sus necesidades elementales y pueden realizar tareas rudimentarias". Con un 50 a 60 estarían los "débiles mentales profundo", que el texto califica de personas que "solo firman, tienen vocabulario simple, no manejan el dinero y que pueden realizar tareas rudimentarias".
El texto califica también de "débiles mentales leves" a todas aquellas personas con un coeficiente intelectual entre el 70 y el 90 que "cursasen primaria y a veces secundaria, que pueden realizar tareas de mayor envergadura".
Además, en la normativa se especifica que solo aquellos que presenten "debilidad mental profunda o mayor" podrán cobrar pensiones.
