El calentamiento global empuja al oso polar hacia la extinción
Quedan aproximadamente 26.000 ejemplares, pero los expertos advierten que la población podría reducirse un 33 % en los próximos 50 años
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El calentamiento global sigue reduciendo el hábitat natural de los osos polares, una especia que depende por completo del hielo para cazar, reproducirse y sobrevivir. A medida que el Ártico se calienta a un ritmo sin precedentes, las condiciones de estos grandes mamíferos se vuelven cada vez más difíciles. Si la tendencia actual continúa, al menos un 33% de la población actual de osos polares podría desaparecer en los próximos 50 años, aseguran los expertos, en el marco del Día Internacional de esta especie. Actualmente, quedan aproximadamente 26.000 ejemplares.
La reducción del hielo es un factor crítico para la supervivencia de estos animales. "A día de hoy, parece que solo hay tres millones de kilómetros cuadrados de hielo marino, comparado con los seis millones que había hace unos años", advierte a EFE Andrés Ordiz, investigador de la Universidad de León y miembro del grupo de expertos en osos de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza
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Los osos polares dependen del hielo para cazar focas, su principal fuente de alimento. Pasan el otoño y el invierno sobre el hielo buscando sus presas, en primavera se desplazan a tierra firme, donde hibernan hasta que el hielo vuelve a formarse.
El deterioro del hábitat ha tenido un impacto directo en la población de estos carnívoros. Un estudio publicado en enero en la revista Science reveló que la población de osos en la bahía de Hudson, en Canadá, se ha reducido a casi la mitad desde mediados de los años 90.
Además, la necesidad de pasar más tiempo en tierra firme ha incrementado los conflictos con los humanos. "Los encuentros entre osos polares y personas están aumentando porque estos animales, desesperados por comida, se acercan cada vez más a asentamientos humanos", explica Ordiz.
Esta situación genera un doble riesgo, por un lado, la posibilidad que los osos sean abatidos por los humanos "en defensa propia", y, por otro, un aumento de la mortalidad debido a la presencia de actividades humanas en zonas antes inaccesibles por el hielo.
Riesgo de extinción
El cambio climático no solo está alterando el hábitat de los osos polares, sino que también está afectando sus áreas de cría. Las oseras, refugios en el hielo donde las hembras dan a luz y cuidan a sus crías, están desapareciendo. Este es un problema grave, ya que los osos polares tienen un crecimiento lento: las hembras no alcanzan la madurez reproductiva hasta los seis años, y las crías permanecen con sus madres al menos dos años y medio antes de independizarse.