Jorge Blass recuerda el espectáculo de magia que no se quita de la cabeza: “A algunos les daba miedo e incluso salían corriendo”

Madrid

Jorge Blass ha visitado esta semana SER Historia para promocionar el XV Festival Internacional de Magia de Madrid. Un evento, que arrancaba el pasado 6 de febrero en la capital española, que nos ha permitido disfrutar de algunos de los magos más impresionantes a nivel internacional. Desde el maestro de la prestidigitación coreana, Hun Lee, hasta el campeón francés de magia Adrian Kill. Pero aprovechando la visita, el mago también ha hablado acerca de la historia de este arte y cómo ha ido evolucionando con el paso del tiempo. Y es que la magia del siglo XIX no tiene nada que ver con la que se hace en la actualidad por múltiples motivos.

Uno de ellos es la profesionalización del sector gracias a figuras tan representativas como Robert Houdin, considerado por muchos como el primer mago profesional de la historia. A raíz de sus primeras intervenciones, y tras el éxito cosechado con sus espectáculos, los magos comenzaron a empezar sus técnicas sobre el escenario con el objetivo de cautivar a todos los públicos. A partir de entonces, el sector se profesionalizó para sorprender todavía más a un público completamente entregado a la causa: "Es una época muy curiosa en cuanto a credibilidad del público".

La magia del siglo XIX

Principalmente porque estábamos en un momento de la historia en la que se estaban descubriendo cosas cuanto menos asombrosas: "Ahora hay gente que se cree a pies juntillas que se puede contactar con otros mundos. Pero es que, en aquella época, se estaban inventando cosas como el teléfono. Si eso era posible, de alguna forma se extendió una credibilidad como que podías contactar con otros mundos. El publico era mucho más inocente y eso daba pie a que los médiums se aprovecharan de la situación para estafar a clientes".

Después de hablar acerca de las artes oscuras de los médiums del siglo XIX, quienes recurrían a todo tipo de trucos para engañar a la sociedad de por aquel entonces, Jorge Blass ha llegado a la conclusión de que la mayoría de personas han dejado de creer en este tipo de espectáculos al entender que no tienen ningún sentido. En ese momento, Nacho Ares le ha explicado que todo depende de la sociedad en la que nos encontremos: "Tú has estado en Egipto. Yo las veces que he hecho algunos juegos de magia allí me he encontrado con esa sorpresa y esa percepción de que era una persona especial y que estaba haciendo realmente magia. Esa superstición en algunas cultura se percibe en la actualidad".

Su experiencia con la tribu masái

Algo que también le ha pasado a Jorge Blass, quien ha compartido una anécdota cuanto menos surrealista de sus viajes por el continente africano: "Yo, cuando hice magia en Egipto, vi a espectadores que eran totalmente vírgenes ante lo que estaban viendo. No entendían este arte y algunos incluso le daba miedo y salían corriendo". Algo que también le pasó tras actuar frente a públicos como la tribu de los masái, quienes no daban crédito ante las pericias del mago.

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Daniel Dunglas Home ¿realidad o fraude?

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En declaraciones a la Cadena SER, Jorge Blass ha reconocido que nunca olvidará aquel espectáculo: "Hice un espectáculo de magia para una tribu masái y las caras de asombro y las miradas es algo que no olvidaré jamás. Cuando acabé me preguntaron que cuántos leones había matado, ya que el jefe de la tribu consideraba que eso era una mediada del poder que yo podía tener". Sin embargo, el mago les explicaba que el poder no se medía así en el lugar del que procedía: "De donde yo vengo no se mide así". Una situación anómala que, sin embargo, le permitió ver la vida desde otro punto de vista: "Al final te encuentras distintas culturas y personas que nunca antes han experimentado la magia como un arte escénico y no entienden en qué consisten".