En rodaje | Mario Casas y Alberto San Juan se cuelan en 'La cena' de Franco

Madrid

En el céntrico Palacio de Fernán Núñez de Madrid hay más ajetreo del habitual. El propio de un día de rodaje con decenas de técnicos y actores y el propio de militares, cocineros y empleados de un hotel (en esa ficción) por preparar una cena a contrarreloj para Franco. Ese es el punto de partida de la nueva película de Manuel Gómez Pereira basada en la obra del dramaturgo José Luis Alonso de Santos, una tragicomedia sobre el banquete del dictador con su generales dos semanas después de acabar la contienda. El escenario real fue el Hotel Palace pero esta historia se rueda entre localizaciones de Valencia, Madrid y Gran Canaria.

"Es maravilloso recrear el Madrid del 39 y además hacerlo en ciudades que no son Madrid, y recrear el Palace sin ser el Palace, pero sientes que estás dentro. La magia del cine y de un equipo fantástico", bromea Alberto San Juan en uno de los descansos del rodaje que va por su cuarta semana. Ahora se trasladarán precisamente a Gran Canaria para 'entrar' en la cocina de ese hotel. "Toda la película pivota un poco sobre esta cena, entonces hay una parte muy importante que sucede en la cocina. Y esa cocina la hemos construido íntegramente en Canarias. Llevamos muchos años hablando con el Palace, que siempre han sido muy aperturistas y ahora mismo están en obras, pero la cocina que hay ahora no tiene nada que ver con la que había hacía 80 años", cuenta Cristóbal García, productor de La Terraza Films.

El proyecto de 'La cena' lleva años rondando a Manuel Gómez Pereira y lo había ido dejando aparcado. Una adaptación que ahora el director de títulos como 'Entre las piernas' y 'Todos los hombres sois iguales' firma junto a dos de sus colaboradores habituales, Joaquín Oristrell y Yolanda García Serrano. "Tiene un tiempo cinematográfico muy atractivo, con un ejercicio de precisión propio de la comedia: la acción se desarrolla en un día, desde las ocho de la mañana hasta la madrugada. Y a medida que pasa el tiempo, el encargo se convierte en una bomba de relojería, no habrá marcha atrás", expresa el autor de esta comedia ambientada el 15 de abril de 1939, dos semanas después de acabar la Guerra Civil.

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"Es una película sobre la Guerra civil y sobre la victoria del fascismo y la derrota de la democracia del 36 contada a través de una comedia. Una comedia, digamos, con sus ingredientes de enredo, de amores, de desamores, de thriller, de sus elementos dramáticos, por supuesto, porque el contexto es una tragedia. Entonces hay muchos personajes importantes. Es una película muy coral, pero hay dos polos que son Medina, el teniente franquista que interpreta Mario Casas, y yo soy Genaro, el maître monárquico del Palace. Y hay un grupo de cocina que son republicanos, anarquistas o demócratas en cualquier caso, y están planeando su fuga mientras Franco y sus generales cenan en el Palace", cuenta Alberto San Juan en uno de los descansos del rodaje.

Tanto a él como a Mario Casas les atrajo el guion y el tono de esta historia. "Estamos buscando hacer como un tipo ingenuo, un tipo bueno, inocente, que le ha tocado lo que le ha tocado casi sin poder decidir, le ha tocado estar en ese lugar. Son personajes que constantemente, y eso funciona mucho en la comedia, están en la vida o muerte. Es decir, están todo el rato en el borde en todos los sentidos, en lo emocional también. Mi personaje está constantemente en un precipicio. Si ves a los personajes sufrir, pues provoca esas risas, provoca esa comedia. Es un guión que está muy bien escrito, cuando recibes un guion así y haces ensayos, pues lo plasmas delante de las cámaras, y poco hay que cambiar o casi nada. Se nota que viene de una obra de teatro que lleva ya años ahí, que está muy limado, está muy trabajado, es muy fino", destaca el actor tras grabar una escena donde este teniente dispara un arma al aire por primera vez ante las risas de los empleados de ese hotel porque no hay marisco y el personaje de Mario Casas niegue que exista un mercado negro en la España de Franco.

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Con figurantes vestidos de soldados, vehículos militares antiguos, rifles y pistolas, y un equipo fijo de más de 70 personas, una parte del Palacio de Fernán Núñez es el escenario para recrear el muelle de carga de un hotel Palace que en el año 39 estaba lleno de camillas y heridos, y se tenía que preparar en tiempo récord para ese banquete del dictador. "Me parece que es un momento muy oportuno para reflexionar cuál fue el proyecto democrático que se quebró por la vía de la violencia en el 39 cuando hoy se está intentando blanquear el franquismo, no ya desde posturas de extrema derecha, sino de posturas supuestamente de centro izquierda, pues hay una serie de firmantes de un manifiesto que llama a no hablar del franquismo hoy. Entonces, a mí me parece fundamental cuando hay gente que llama a olvidar el franquismo, recordarlo, porque hay que recordar nuestros peores monstruos para intentar que se vuelvan a evitar. Y me gusta mucho recordarlo a través de una comedia como esta", reivindica Alberto San Juan.

Para la película han contado con asesores militares, culinarios, históricos y también musicales, además de un extenso reparto coral con Asier Etxeandia, Nora Hernández, Óscar Lasarte, Martín Páez, Elvira Mínguez, Carlos Serrano, Carmen Balagué, Eva Ugarte y Antonio Resines, entre otros. La película cuenta con un presupuesto que ronda los cinco millones de euros y tiene también producción francesa. "Ha sido difícil porque al final cuando te sales de los estándares de producción, haces época y con un casting tan importante, se necesita mucho tiempo para financiar. Ha costado la coproducción con Francia pero es clave porque al final ayuda a que las películas viajen de alguna manera, aunque solo sean en otro país, merece muchísimo la pena", añade Cristóbal García desde La Terraza Films, productor junto a Lina Badenes desde Turanga Films, Roberto Butragueño desde Sideral Cinema, Entre Medina y Genaro AIE y Halley Production.

La cena' recrea ese Madrid del 39, uno de los principales retos técnicos, y recupera este episodio histórico que aún no habíamos visto en pantalla, como otros tantos pasajes de la Guerra Civil y el franquismo que todavía están por contar. "Decir que hay muchas películas sobre la Guerra Civil española es como decir que hay muchas películas sobre el Holocausto nazi. Pues no, nunca habrá demasiadas películas porque son hechos muy decisivos en la sociedad humana. Podemos decir guerra civil o podemos decir, como decía antes, el golpe militar fascista contra la democracia del 36. Eso quebró una posible España. A día de hoy es importante reivindicar porque era un proyecto muy democrático el de la Segunda República y era un proyecto muy fascista el de Franco", concluye Alberto San Juan frente a los que dicen -los datos los desmienten- que hay muchas películas de este periodo.