Revolución farmacológica contra la obesidad
Se conocen por su nombre comercial, son caros y de momento no están financiados por la Seguridad Social para tratar la obesidad. Les llaman “productos milagro” pero detrás sólo hay ciencia y años de investigación. Sus efectos saltan a la vista, pero los expertos advierten sobre un uso responsable y una buena prescripción
Madrid
La obesidad es una enfermedad que afecta a millones de personas en todo el mundo, pero se está viviendo actualmente una revolución farmacológica para paliarla. Se conocen por su nombre comercial, son caros y de momento no están financiados por la Seguridad Social para tratar la obesidad. Les llaman "productos milagro" pero detrás sólo hay ciencia y años de investigación. Sus efectos saltan a la vista, pero los expertos advierten sobre un uso responsable y una buena prescripción.
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El chip para acabar con el hambre emocional
Cuántas veces habremos oído lo de "como porque tengo ansiedad", o "un mal día lo arreglo en el frigorífico". Son frases muy escuchadas en consultas médicas de gente desesperada para acabar con un grave problema de salud, la obesidad. De ahí la importancia de los nuevos fármacos que bloquean el apetito. Hay varios, pero son dos, básicamente, los que más se están prescribiendo con nombres hasta conocidos por el público en general. Los dos son inyectables y tienen de principio activo la semaglutida, con estas indicaciones que subraya Francisco Pajuelo, director médico de Novo Nordisk, el laboratorio que los fabrica. Ozempic está aprobado para el tratamiento de adultos con diabetes melitus tipo 2 y wegovy para el control de peso en adultos con obesidad.
La ciencia detrás del "pinchazo"
Aunque se ha popularizado ahora, el Ozempic se comercializa en España desde 2019. Cristobal Morales, vocal de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO) y uno de los principales investigadores de este fármaco en nuestro país, declara: "Somos conscientes de que tenemos fármacos muy potentes para este 2025, pero un gran poder conlleva una gran responsabilidad y desde la SEEDO tenemos el compromiso de informar de una utilización correcta según las indicaciones aprobadas en España". Como cualquier fármaco, lo prescribe un médico, pero se necesita un seguimiento de la medicación que tiene que venir acompañada de ejercicio físico y alimentación saludable. "No es un pinchazo y olvídate", explica gráficamente el doctor.
"Los 'hackeadores' del hambre"
Es la expresión utilizada por Marián García, farmacéutica, divulgadora y autora del libro 'Tu cerebro tiene hambre' para explicar el poder de estos fármacos que han venido para revolucionar la vida de personas, que con serios problemas de salud, no consiguen adelgazar. "Estos fármacos para la obesidad están suponiendo lo que en su día supuso la famosa pastillita azul para la disfunción eréctil (viagra). Un problema para el que no había una alternativa terapéutica y que de repente gracias a la ciencia y a la investigación se consigue encontrar un tratamiento realmente eficaz". Pero, "¿cuál es el problema?", se pregunta. "Que hay personas que no son candidatas a recibir estos fármacos, que los buscan cómo sea y algunas veces presionan a sus médicos porque quieren utilizarlos. Es humano, pero hay que insistir en una correcta administración", explica la farmacéutica.
"Me ha cambiado la vida"
Es la frase más repetida entre los pacientes que están siendo tratados en ensayo clínico en el hospital Vithas Sevilla, bajo la supervisión del Doctor Morales, responsable de la Unidad de Salud Metabólica, Diabetes y Obesidad. Jose Manuel empezó su batalla contra sus kilos y su diabetes en una carpa informativa de vida saludable. De ahí llegó al ensayo y hasta ahora ha perdido 42 kilos. "La vida me ha dado un giro de 360 grados. He pasado de grandes cantidades a comer en la palma de la mano. Como poquito porque el cuerpo no me pide más. He dejado la vida sedentaria. Hago ejercicio diariamente y juego hasta el fútbol", nos cuenta Jose Manuel.
Es un caso de obesidad derivado de una enfermedad, la diabetes, pero hay otro tipo de pacientes, como es el caso de Inma Reina, que con 45 años llega a tener un grave problema de sobrepeso al entrar en menopausia. Ella comía bien, llevaba una vida saludable y engordaba. Desde que está en el ensayo ha perdido más de 20 kilos en unos meses y es curioso lo que cuenta: "No sólo no tengo hambre sino que tengo necesidad de comer mejor. La comida basura me sienta mal". Y el caso de Eva es también similar. Ha perdido 30 kilos y ha mejorado de los problemas que tenía derivados del sobrepeso cómo la hipertensión." Ahora estoy bien de salud y me puedo mirar al espejo", relata.
¿Financiará la seguridad social estos medicamentos?
Es la pregunta del millón. Para el tratamiento de la Diabetes están financiados, pero no para la obesidad, aunque desde el laboratorio Novo Nordisk están en conversaciones con Sanidad para conseguirlo. Porque el precio de estos medicamentos es caro y no son aptos para cualquier bolsillo. Su precio oscila entre los 130 euros del Ozempic y los 300 del Wegovit.
El primer medicamento 'tiktoker' de la historia
Que haya famosos y 'celebrities' que haya llevado estos fármacos a las redes sociales o a las Oscar para conseguir ponerse el vestido de la gala, ha hecho mucho daño para un uso correcto de estos medicamentos y es fundamental la información, como explica el Doctor Morales. "Son fármacos que han pasado de la publicación científica a los platós de televisión y esto puede fomentar un mal uso. A esto no estamos acostumbrados y es algo que algún día tendrá que estudiarse en las facultades de comunicación", explica el investigador.
¿Hay desabastecimiento en farmacia?
Es el último eslabón de esta cadena, la farmacia, a donde acuden los pacientes con receta médica y en los últimos meses se ha dado un fenómeno preocupante, el desabastecimiento de un medicamento como el Ozempic que necesitan los diabéticos, según relata Susi Martínez, farmacéutica de Saniplus: "Se nota mucho el desabastecimiento. Hace semanas que no recibimos lo que se demanda y hay falta de existencias, sobre todo en las inyecciones de 0,5. Y claro que lo nota el paciente diabético. Además, en farmacia nos encontramos con gente que lo quiere usar para quitarse unos kilos, no porque sean personas obesas. Y en algunos casos consiguen una prescripción perfectamente legal. Y la consecuencia colateral es que otros productos adelgazantes no se venden tanto como antes". Y de los más consumidos, cómo nos explica la farmacéutica, son los bloqueadores de grasas o hidratos de carbono, las barritas de sustitución de comidas o los drenantes, sobre todo en verano.