Una huelga en el transporte paraliza Berlín en plena campaña electoral
Solo los trenes funcionan en la capital alemana en otra jornada de movilizaciones de los empleados del transporte público que exigen mejor salario y más complementos
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Estación de metro de Alexanderplatz, en el centro de Berlín, cerrada por la huelga de este jueves / Antonio Martín
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Berlín
Paciencia es la palabra más repetida por los berlineses en este jueves gélido a cuatro días de las elecciones. No funciona el metro, ni el tranvía ni buena parte de los autobuses debido a una nueva huelga de los empleados de estos servicios públicos que ha provocado importantes atascos a primera hora, andenes de los trenes regionales abarrotados (estos sí funcionan) y mucho trasiego de bicicletas por calles nevadas.
La huelga, convocada por el sindicato Ver.di, es una más de varias jornadas de paro que se han organizado en las últimas semanas. Los trabajadores de la Sociedad de Transportes de Berlín piden una mejora salarial, una décimotercera paga anual y distintos complementos, por ejemplo por la conducción de metros o autobuses. Algunos conductores denuncian que cobran hasta 400 menos que otros empleados que llevan un autobús por otras ciudades alemanas.
El sindicato convocante ha dado de plazo a la empresa municipal hasta mediados de marzo para alcanzar un acuerdo o comenzarán huelgas indefinidas. De momento, la de hoy se extenderá a mañana, pero durante el fin de semana electoral los berlineses sí podrán moverse con más facilidad por la ciudad.
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Aviso de la huelga en el transporte en una para de autobús de Alexanderplatz, en Berlín / Antonio Martín Blanco
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Aviso de la huelga en el transporte en una para de autobús de Alexanderplatz, en Berlín / Antonio Martín Blanco
Elemento clave en las elecciones
El descontento en algunos sectores laborales de Alemania lleva manifestándose en este tipo de protestas desde hace meses. Desde los empleados de los aeropuertos a los trabajadores ferroviarios o los de empresas automovilísticas como Volkswagen han hecho paros en un momento en el que la economía alemana no termina de coger velocidad.
Los trabajadores deberían leer el programa de AfD y comprobar que sus consecuencias serían dramáticas
— Jan Mentrup, portavoz del sindicato IGMetall
Las encuestas de opinión previas a las elecciones muestran a la situación económica en el primer lugar de las preocupaciones de los alemanes, prácticamente empatada con la inmigración. "Alemania se ha visto duramente afectada por distintas crisis. Lo que nos jugamos el 23 de febrero es garantizar que Alemania siga siendo un país industrial. El lema debe ser invertir, invertir, invertir. Observamos que Alemania tiene un enorme atraso en inversiones” nos cuenta Jan Meltrup, portavoz de IGMetall, el principal sindicato germano.
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Mentrup está especializado en el sector del automóvil, y destaca que "el anterior Gobierno redujo los subsidios para coches eléctricos de la noche a la mañana y eso es peligroso porque genera incertidumbre en los consumidores y una reducción de la demanda", alerta sobre el principal motor de la industria alemana.
Trabajadores que votan a la extrema derecha
La subida de los precios y la desinformación sobre los inmigrantes están haciendo huella en la clase trabajadora alemana, y Mentrup reconoce que muchos de sus votos pueden caer del lado de la extrema derecha de AfD. Y eso a pesar de que el portavoz sindical recuerda que "no es un partido de los trabajadores, su política es hostil hacia la clase trabajadora".
Una parte considerable del voto a la extrema derecha provendrá de los trabajadores
— Jan Mentrup, portavoz del sindicato IGMetall
De hecho, este sindicato está peleando contra el mensaje de la extrema derecha para que se deporte a trabajadores extranjeros. "Llevaría al colapso, perderíamos trabajadores muy cualificados y significaría la quiebra de muchas empresas", alerta Mentrup, quien concluye que "los sindicatos que tenemos experiencia de décadas tenemos que evitar el resurgimiento del nacionalismo".
Antonio Martín
Redactor de la sección de Internacional. Se incorporó a la Cadena SER en 2005 y desde entonces ha formado...