Trump reescribe la realidad de la guerra de Ucrania y Zelenski pasa de héroe de la resistencia a dictador
El presidente de EEUU culpa a Zelenski en vez de a Putin de haber provocado la guerra y llama dictador a quien ha ganado elecciones limpias y democráticas. Además, se sienta a negociar la paz con Moscú en vez de con Kiev, dándole el papel estelar a Putin
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Donald Trump y Volodimir Zelenski se saludan durante su encuentro en la Torre Trump en septiembre de 2024 / Alex Kent
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Madrid
Tres años después de que el ejército ruso entrara en territorio ucraniano decidido a borrar del mapa la bandera de Ucrania como estado independiente, la situación está a punto de darse la vuelta. En esos tres años, Estados Unidos ha apoyado sin paliativos a Ucrania y a su presidente Volodímir Zelenski, a quien aupó al papel de héroe de la resistencia y defensor frente al gigante invasor.
Ahora el presidente Trump está cambiando la historia de la invasión rusa de Ucrania, presentando a este pequeño país (comparado con Rusia) como un villano, a su presidente Zelenski como un "dictador sin elecciones" que se las arregló para comenzar la guerra y arrastrar a Estados Unidos en el camino.
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Trump ya ha demostrado a lo largo de su primer mandado que reinventa la historia a su interés o conveniencia, pero lo que está haciendo ahora, va mucho más allá de una barrabasada o una mentira. Trata de aplicar el dicho de que si repites una mentira muchas veces desde el foro adecuado (él tiene el apoyo de Twitter de Musk detrás) termina convirtiéndose en realidad.
El magnate se ha convertido en un revisionista sin amortiguación, sentándose en la mesa a negociar con Rusia, mientras deja tirada a Ucrania, lanzando acusaciones viles contra Zelenski y dejando entender que en el futuro, cualquier aliado que pida apoyo si se ve atacado, se las va a tener que arreglar por sí mismo.
Titula el The Economist en su portada de este jueves, que este tándem Putin-Trump es la peor pesadilla para Europa. Trump nunca ha ocultado su admiración por Putin, y el líder ruso se deja querer, aunque dice no confiar en esta nueva cara amable de Estados Unidos.
Trump considera al presidente ruso un gran estadista con el que está deseando volver a estrechar lazos políticos y comerciales (ya ha pedido que se levanten todas las sanciones en su contra), a Zelenski un payaso que ni siquiera tiene gracia.
En este sentido, el inquilino de la Casa Blanca dice que Estados Unidos se ha gastado en Ucrania 350 mil millones de dólares porque se ha visto arrastrado a una guerra por Zelenski. Un extremo que también es mentira. El apoyo de la administración Biden fue libre y expansivo y en ninguno de los casos se ha dado esa cantidad a Ucrania, sino una tercera parte de eso.
Zelenski ganó las elecciones a las que se presentó en el 2019, en unos comicios limpios y democráticos, ratificados por la comunidad internacional. Putin, por el contrario, es un dictador que ha estado en el poder más de un cuarto de siglo a través de elecciones amañadas y desiguales, en cuyos procesos ha ido deshaciéndose de sus rivales políticos.
Zelenski tiene un 57% de apoyo entre los ucranianos, aunque Trump repita que no llega al 10%
En Washington, a la mayoría de congresistas, tanto demócratas como conservadores, parece haberles comido la lengua el gato y no se atreven a contestar al presidente. Sí lo ha hecho el que fuera su vicepresidente Mike Pence, diciéndole que Ucrania no comenzó esta guerra, y que la verdad debe prevalecer.
Aunque uno de sus asesores de seguridad nacional durante su primer mandado ha dicho una frase que muchos recordarán en el futuro. Kupperman compara a Trump con Neville Chamberlain, el nefasto primer ministro británico que intentó calmar a Hitler ofreciéndole parte de Checoslovaquia.
Al mismo tiempo, desde Moscú están encantados con este maremagnun que está provocando Trump. Medvedev, ex primer ministro y consejero de Putin, ha señalado: "Si me llegan a decir esto hace tres meses, me hubiera partido de la risa, que el presidente americano llame a Zelenski dictador. Cuando Rusia invadió Crimea, Trump calificó esa invasión como un movimiento genial para presionar a Ucrania".
La historia no nos debe dejar olvidar que ha habido presidentes que no se llevaban bien, y baste como ejemplo el mal rollo que había entre Roosevelt el presidente norteamericano y Charles de Gaulle el francés, pero incluso envió tropas para la liberación de Francia. Otro ejemplo es John F Kennedy y el survietnamieta Ngo Dinh Diem, y uno más cercano en el tiempo es el de Biden y Netanyahu. Pero a pesar de sus diferencias, Biden nunca le restó apoyo a Israel.
Pero todos ellos han sido aliados de Estados Unidos, más allá de que haya buena relación entre sus mandatarios. A Trump le sienta fatal que le digan que se ha equivocado, al llamar dictador a Zelenski, o a reescribir la realidad.
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Victoria García
En la SER, desde hace casi tres décadas, con algunas ausencias. Antes en Antena3 Radio y TV. Trabajé...