'Vestida de azul', el pionero documental trans de los 80 que se ha proyectado en la Berlinale
Convertida en película de culto por la dificultad de su visionado, la película de Antonio Giménez Rico, que inspiró la serie de televisión de Valeria Vegas, producida por los Javis, estrena su versión restaurada en la Berlinale como una de las primeras películas españolas que hablaron de la realidad trans

BERLÍN, 15/02/2025.- El documental considerado pionero sobre la transexualidad en España, "Vestida de azul", de Antonio Giménez-Rico, llega este sábado a la Berlinale en su versión restaurada y defendido por una de sus protagonistas, Nacha Sánchez, quien lamenta que ya quede sólo ella para ver la repercusión que está teniendo ahora este filme rodado hace 44 años. "En ese momento me parece que ninguna de las chicas que hicimos eso sabíamos lo que estábamos haciendo ni a que nos exponíamos. Nos gustó la idea y la hicimos. Y como fue algo sin guión, pues Giménez-Rico nos pidió que fuéramos nosotras mismas tal y como éramos", explica Sánchez en entrevista con EFE.-EFE/Aarón González***SOLO USO EDITORIAL/SOLO DISPONIBLE PARA ILUSTRAR LA NOTICIA QUE ACOMPAÑA (CRÉDITO OBLIGATORIO)*** / Aarón González (EFE)

Berlín
En los ochenta el cine español vivió su propio despertar disidente. Por un lado, un joven Pedro Almodóvar incluía en sus películas personajes con identidades sexuales y de género que, hasta entonces, estaban prohibidos en España. Por otro, el cineasta Antonio Giménez-Rico se acercaba, desde el documental, a la vida de un grupo de mujeres transexuales que trataban de resistir en medio de una sociedad que, aunque en proceso de cambio, no quería verlas ni aceptarlas. Fue Vestida de azul, película que en 1983 se presentó en el Festival de San Sebastián y que, desde entonces, se convirtió en película de culto y de difícil acceso. No empezó a hablarse de ella hasta el libro de Valeria Vegas, guionista, escritora y periodista, que después colaboraría en la serie Veneno, de Javier Calvo y Javier Ambrossi y en Vestidas de azul, ficción televisiva que situaba a los espectadores dos años después de la muerte de Cristina Rodríguez, La Veneno, cuando Valeria encuentra una cinta con ese documental.

Ahora, casi 42 años después, se estrena en la Berlinale una renovada versión en 4K, de la mano de Flixolé. “Mostramos públicamente nuestras vidas y eso nos trajo consecuencias… Gustó al público, pero no a la prensa porque se veía la claridad con la que contábamos las cosas: Nosotras no podíamos trabajar, no teníamos médico, no teníamos nada. Nos teníamos que prostituir para poder vivir”, dice Nacha Sánchez, la única superviviente del elenco de mujeres que participaron en el documental y que asiste aquí en Berlín, a la première de esta obra de referencia para el colectivo LGTBIQ+.
El pionero e impactante documental en torno a las dificultades que atravesaban las personas trans durante la Transición española participa en Berlinale Classics, área del certamen dedicada a las restauraciones en alta calidad de obras históricas del séptimo arte y redescubrimientos cinematográficos. Sucede a Deprisa, deprisa, de Carlos Saura que se presentó el año pasado.

Foto del rodaje de Vestida de azul / CEDIDA

Foto del rodaje de Vestida de azul / CEDIDA
El proceso de restauración de la película, que no estaba disponible en plataformas ni editada en DVN, ha consistido en el escaneo y posterior restauración de imagen y sonido del negativo original de 16mm, logrando como resultado la inédita versión de la cinta que se estrenará en clave mundial en Berlinale. Ahora se podrá ver en la plataforma FlixOlé, después de décadas maldita debido a la limitada distribución que se hizo tras su paso por la gran pantalla. Algunas de las novedades es que la plataforma ha tenido acceso al material inédito del filme, que han aportado los herederos del cineasta, su hijo Rodrigo Giménez-Rico, y su sobrino-nieto, Jorge del Caño. Por ejemplo, fotografías del rodaje en las que se muestra a Giménez-Rico compartiendo encuadre con el equipo técnico y el elenco; una ficha técnica del documental firmada por el propio realizador, y en la que expone los motivos que le llevaron a filmar la cinta, a relatar su experiencia e indicar el mensaje que intentó trasladar; así como la carta que René, una de las protagonistas, envió a su madre para confesarle que "vivía y sentía como mujer”.
La fuerza del documental es que deja hablar y actuar a las protagonistas que cuentan sus vidas, dónde nacieron, cómo fueron sus infancias y cómo las trató su familia. La película va contando las vidas pasadas y actuales de cada una de ellas, pero se estructura alrededor de un encuentro de todas las protagonistas en un restaurante de un hotel de lujo. De esa conversación, se va pasando a distintos ambientes y contextos. Vemos sus casas, sus visitas al médico, sus roces con la policía, que las detenía y les pegaba, vemos sus actuaciones, sus preocupaciones con los clientes, pues muchas ejercían la prostitución. "Cuando ves las cosas que decías, te sientes todavía representada. Hay cosas en las que creo que he cambiado. No he cambiado de manera de pensar. He cambiado que no tengo que trabajar. Como trabajaba en la calle, eso ha cambiado para mí. Mi vida es una vida más normal, más tranquila y más relajada", nos dice Nacha Sánchez en Berlín.
El cineasta evita la estigmatización y la humillación de estas mujeres y se centra en sus vivencias más profundas, si quieren tener hijos, si quieren operarse, si han vuelto a hablar con sus familiares. Vemos el regreso de una de ellas al pueblo, a una celebración, donde la abuela de ochenta años brinda junto a ella. Vemos a otra mujer reencontrarse con su exmujer, con la que se casó y a la que abandonó. Vemos a una mujer trans gitana que explica la idiosincrasia de su cultura.
"Simplemente que ahora tenemos más libertad. Y estoy agradecida de que ahora se reconozca que lo que hicimos fue algo que abrió puertas, aunque nosotras en ningún momento pensábamos en hacer eso para abrir puertas a nadie, porque más bien a nosotras nos las cerraron. Por lo menos ya no somos travestis. Ya la palabra ha cambiado", explica sobre el significado de salir en aquel documental en un momento concreto de la historia de España.
En un primer momento, Antonio Giménez-Rico buscaba documentarse para realizar una película de ficción sobre la realidad transgénero, un tema que apenas se había abordado en el cine español y que solo se había tratado desde la ridiculez. Para escribir el guion contactó con varias mujeres que compartieron sus historias. Fue en esas charlas cuando entendió que la película estaba en esas entrevistas, en contar con ellas, con su día a día, con el sufrimiento, pero también con sus ganas de vivir. "Nosotras no éramos aptas para tener un trabajo común y corriente. Teníamos documentos de hombre y físico de mujeres. El rechazo era terrible y muy difícil. Solo nos quedaba la calle o ser artista".
De las entrevistas surgió Vestida de azul, el documental que marcó un antes y un después al reflejar la desesperanzada cotidianidad, ilusiones y reivindicaciones de seis mujeres trans: Loren, Renée, Nacha, Eva, Tamara y Josette. "Los temas los sacaba Giménez Rico y, a partir de ahí, nos daba libertad. Cuando nosotras teníamos algo que nos hubiera pasado, se lo contábamos. Por ejemplo, el caso de Loren, pues está claro que estaba en la cárcel, lo habían metido por peligrosidad social, pues se lo contó y la escena ya había salido de la cárcel. En mi caso, yo le conté una historia que me había sucedido en una iglesia y me metió al cura".
Hoy, ver el documental, significa hacer un ejercicio de memoria, por las pioneras queer que lucharon en la incipiente democracia española, pero también nos recuerda que las cosas conseguidas, una Ley Trans que costó dios y ayuda aprobar, pueden volver a desaparecer. "Miedo no me da nada. Yo no soy miedosa. Voy para adelante. A mí no me gusta hablar de política, porque no lo entiendo ni sé de ella. Lo que puedo decir es que han pasado cuarenta años, existíamos y luchábamos, algunas quedamos vivas para contarlo, aunque hayamos tenido en contra a la extrema derecha, pero no quiero nombrarlo".
Ahora que la realidad trans está más presente en la ficción, después precisamente de series como Veneno, o de Transparent, en documentales como Orlando, de Paul B Preciado, o de películas como Emilia Pérez, que este documental, Vestida de azul vuelva a estar disponible significa un acto de memoria cinematográfica hacia un director que se atrevió a mirar sin prejuicios a un colectivo maltratado, que aún hoy recibe el odio sobre sus cuerpos, pero también para esas mujeres que cedieron su intimidad y aceptaron sentarse delante de la cámara. Mujeres que, sin saberlo, estaban haciendo historia del activismo.

Pepa Blanes
Es jefa de Cultura de la Cadena SER. Licenciada en Periodismo por la UCM y Máster en Análisis Sociocultural...