Los árbitros españoles muestran su “absoluta repulsa a los ataques y amenazas” recibidas por Munuera Montero
A través de un comunicado, los profesionales del arbitraje han apoyado públicamente al árbitro del Osasuna-Real Madrid
Martínez Munuera, durante el Osasuna-Real Madrid de LaLiga / Juan Manuel Serrano Arce
Madrid
Los árbitros españoles han mostrado su apoyo firme y han condenado las amenazas a José Luis Munuera Montero tras su arbitraje en el Osasuna-Real Madrid. Lo han hecho a través de un escrito publicado por el Comité Técnico de Árbitros, pero que sin embargo no lleva la firma de esta institución, sino que ha nacido a través de la iniciativa por parte de los árbitros y árbitras españoles.
El equipo arbitral al completo todo el fútbol español han esperado al final del partido entre FC Barcelona y Rayo Vallecano para publicar un comunicado en el que expresan su "absoluta repulsa a los ataques y amenazas" vertidas sobre el colegiado del Osasuna-Real Madrid. Además, consideran que esta ofensiva viene siendo un comportamiento habitual en contra del gremio. "Se suman al odio y violencia verbal" que llega a transformarse en "violencia física" en el fútbol base.
Un comunicado duro en contra de los clubes que están atacando al colectivo arbitral y a sus actuaciones en estos últimos meses. Se trata de una de las primeras expresiones por parte de los árbitros de forma coral en contra con la situación actual que impera en nuestro fútbol.
Desde el caso Negreira destapado por la Cadena SER, el aire de sospecha que rodea al estado de salud del arbitraje español está siendo casi irrespirable y es por ello que los árbitros y árbitras españoles se han hartado y han alzado la voz.
El comunicado firmado por los árbitros
Los árbitros y árbitras profesionales deseamos mostrar nuestra más absoluta repulsa a los ataques y amenazas que nuestro compañero José Luis Munuera Montero está recibiendo a través de las redes sociales y que le afectan tanto a él personalmente como a su entorno familiar.
Unos ataques que se suman al odio y violencia verbal con el que cada fin de semana tenemos que desempeñar nuestro trabajo profesional y que en las categorías de base llega a convertirse, de forma aún más lamentable, en violencia física en muchos más casos.
