'Sorda', un emocionante debut sobre las barreras que pone la sociedad a las mujeres sordas
La directora Eva Libertad firma una potente ópera prima que muestra la violencia social contra las personas sordas con dos grandes interpretaciones, las de Miriam Garlo y Álvaro Cervantes
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Fotograma de Sorda / CEDIDA
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Berlín
El cine ha servido, en muchas ocasiones, para abrir cuestiones que ni siquiera nos habíamos planteado como individuos y como sociedad. Mar adentro reabrió el debate de la muerte digna, volviendo a poner sobre la agente una de las demandas del protagonista, Ramón Sampedro. Te doy mis ojos habló de la violencia de género, antes incluso de que se contabilizaran las muertes de mujeres a manos de sus parejas o de que tuviéramos una nomenclatura para ello. La directora Eva Libertad, con su ópera prima Sorda, quiere abrir la mirada y la reflexión a cómo una sociedad capacitista evita fijarse en los problemas de las personas sordas. “La película empezó como algo muy íntimo que partía de nuestro vínculo y de algo que queríamos contar que tenía que ver con toda nuestra vida juntas como hermanas. Ella con su identidad sorda y yo con mi identidad oyente. Cuando terminamos el corto, nos quedamos con ganas de contar mucho más”, dice la directora en Berlín, donde su película compite en Panorama.
Se refiere al cortometraje que estuvo nominado al Goya en 2022, y que iniciaba la exploración que tanto ella, como su hermana, la actriz Miriam Garlo, abordaron de la maternidad, la pareja o habitar un mundo que no se preocupa por adaptarse a las personas con algún tipo de discapacidad. “Como guionista y directora nunca me he planteado hacer una tesis sobre sordera y nunca he pensado en el personaje como una representante de las mujeres sordas. En absoluto. Miriam es hermana, actriz, artista, pareja, madre de cuatro perras y además es sorda. Entonces la sordera es algo que atraviesa la actriz. Pero sí que queríamos hacer un personaje singular, concreto, con sus luces, sus sombras, sus meteduras de pata y que no fuese una sorda ejemplar”, avanza la directora.
Los problemas y los desafíos de toda pareja ante el embarazo, el parto y la llegada del hijo, pero añade la complejidad para una madre sorda de tener un hijo oyente en una sociedad hecha y construida para las personas oyentes. “Libertad y yo llevamos toda la vida tratando de de poner nuestros dos mundos interiores de acuerdo para aprender a llevarnos y a conocernos. Ella, desde su identidad oyente, consideramos que lo tiene un poco más fácil, y yo, al haber estado siempre con ella, he aprendido a entender las necesidades de la comunidad oyente. Y eso me ha hecho a mí, como persona sorda, ver que no podía encajar y que mis necesidades eran otras. Me ha hecho ir poquito a poco dándome cuenta de qué es ser sorda en un mundo que no está hecho para mí y he ido conociendo a más personas sordas”, explica la actriz.
Con guion sutil y minucioso, que se aleja de cualquier sentimentalismo y dibuja a unos personajes con muchas dimensiones y con claroscuros, nos va adentrando en los conflictos y diferencias entre una pareja, la que conforma Garlo, primera actriz sorda que protagoniza en España un filme, y el actor Álvaro Cervantes. Ambos firman dos brillantes interpretaciones en una película tierna, incisiva y realista. Son una pareja que se enfrentan como tantas a la llegada del primer hijo, pero hay algo que les diferencia del resto. “Quisimos abordar la maternidad, porque ambas manejamos un punto de vista feminista de la vida y, como tal, nos parece que la maternidad es una experiencia vital muy importante para todas las mujeres. Pero queríamos contarla desde una mujer sorda, que está atravesada por la violencia estructural e institucional en los servicios médicos, porque las barreras de comunicación es la violencia más fuerte que sufrimos las personas sordas. Y eso no deja de ser una violencia social. La sociedad podría repartir bien los recursos para difundir la lengua de signos, lo que facilitaría que estuviésemos en igualdad de todo, de derechos, de oportunidades, de accesibilidad”, cuenta la actriz. Pero la maternidad suponía también que la pareja pasase por otra etapa: “La maternidad servía también a nivel narrativo para romper esa burbuja que tiene la pareja y para que el personaje de Ángela, sobre todo, tuviese que abrirse al mundo y empezar a enfrentarse con esos problemas que yo siempre digo que Ángela está preparada para el mundo, pero es el mundo el que no está preparado para ella", apunta la directora.
Hay varios temas que empiezan a aflorar durante el embarazo. Por ejemplo, si el niño será o no sordo. O si la madre entendería las indicaciones de los médicos y enfermeras en el parto. Es una de las escenas más importantes de la película, porque evidencia la dejadez de la sociedad y el desamparo de una mujer sorda en un paritorio. Todo está encajado de manera orgánica. “Primero tuve una fase de documentación y hice entrevistas a madres sordas para que me contasen sus experiencias del embarazo, parto, crianza, cómo cambió la relación con su pareja, si eran mixtas o no. Y para el parto me basé en experiencias de madres sordas reales y os puedo asegurar que no puse las peores porque me parecía demasiado dramático y tampoco quería que la película fuese por ahí”, nos dice la directora.
La película muestra también qué une a una pareja y qué la separa. Explica la protección excesiva de padres y y novios y el desinterés de la sociedad por aprender a hablar el lenguaje de signos. “Con esta película hemos podido profundizar y tratar de construir un puente que nos permita saber más, explicar más y que el público, tanto sordo como oyente, tenga más información para que podamos entendernos y convivir y también contaminarnos positivamente de nuestras diferencias, que luego tampoco estamos tan lejos”, confía la actriz.
El rodaje fue también todo un reto, pues la industria del cine está formada al 99 por ciento por personas oyentes, y un rodaje son gritos, voces y ruidos, por lo que todo cambió aquí. “Las productoras entraron muy pronto se dieron cuenta de que teníamos necesidades especiales. Hice hacer un dossier sobre sordera con un montón de información. Producción organizó una serie de clases online de lengua de signos, para que el equipo tuviese nociones básicas para poder comunicarse con la comunidad sorda que aparece en la película y en set siempre teníamos dos intérpretes. Se logró un encuentro a pesar de las barreras comunicacionales que hay siempre y hay que dejar claro que el esfuerzo que hace una persona sorda siempre es un esfuerzo mucho mayor en relación al esfuerzo que hace la persona oyente”.
El único referente cinematográfico es CODA, un remake de otra película francesa, que ganó el Oscar, y que contaba en un tono mucho más buenista y edulcorado que esta película, las vivencias íntimas de una familia donde los padres y uno de los hijos eran sordos, pero la otra hija era oyente y, además, cantante. Sorda está en las antípodas de esa historia. Es un retrato veraz, con sus luces y sombras de la vida en una sociedad que desplaza a muchos de sus miembros. “Estamos en un momento de la vida en que todo son prisas. Tenemos muchas cosas que hacer y nunca la prioridad va a ser aprender algo así. Como persona sorda, la sociedad es muy hostil. Pero luego cuando te encuentras individualmente con las personas, quieren aprender. Hay una bondad innata en querer saber algo que es bonito ya de por sí y solo necesitan la oportunidad. Ojalá siempre fuese así. No es tan difícil, pero falta todavía mucho por una cuestión de política, de intereses”, apunta Garlo.
La primera batalla ya la han ganado. "Había que tener la valentía de subtitularla entera, porque sino ya no es un lugar de encuentro”. La película se estrenará subtitulada al lenguaje de signos y también para el público oyente, algo que, desgraciadamente no cumple el cine español. “Como espectadora sorda, que consumo mucho cine y que necesito el arte para poder vivir y para poder reflexionar poéticamente, encuentro esa inaccesibilidad de continuo. Y eso me genera una frustración y un dolor difícil de gestionar. Por eso estoy tan emocionada con esta película, porque va a servir a muchas mujeres sordas”. Ojalá Sorda marque un antes y un después en la accesibilidad de la cultura.
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Pepa Blanes
Es jefa de Cultura de la Cadena SER. Licenciada en Periodismo por la UCM y Máster en Análisis Sociocultural...