Mario, aficionado del Villarreal agredido tras el derbi, pide justicia en Carrusel: "A la gente con discapacidad nos da miedo salir a la calle"

El Villarreal-Valencia de Liga quedó empañado por una acción deleznable que ocurrió al finalizar el partido. Cinco encapuchados agredieron a dos aficionados del conjunto castellonense en los alrededores del Estadio de la Cerámica. Mario, con 21 años, es el peor parado de todos ellos, ya que sufre una fractura maxilofacial completa y ha perdido varias piezas dentales, por lo que se deberá someter a una intervención quirúrgica en los próximos días. Verónica, su madre, ha querido atender a los micrófonos de 'Carrusel Canalla' para explicar lo sucedido y relatar cómo se encuentra actualmente su hijo.

La entrevista, al completo

Pregunta: ¿Qué tal está tu hijo?

Respuesta: "Pues bastante tocado. Tiene la mandíbula rota por dos sitios y también le saltaron un diente. Creo que es uno porque no puedo ni verlo. Tiene la cara hinchada. Estamos esperando a ver que le baje la hinchazón porque lo tendrán que intervenir. Estamos en el Hospital General de Castellón".

P.: ¿Cómo fue la agresión?

R.: "Fue al salir del estadio. Ellos se dirigían a casa de un amigo y serían unos cuatro o cinco. No se acuerda mucho de quiénes eran. Llegaron unos encapuchados, pero les vieron las caras a alguno de ellos. Como estaban con la bufanda del Villarreal, se ve que buscaban pelea y tenían ganas de meterse con ellos. No sé si les dijeron algo y les miraron, pero se tiraron a lo loco. El que le pegó a Mario no llevaba capucha y han visto algún rasgo de él. Mi hijo cayó al suelo y perdió el conocimiento. Se pegó en la cabeza y lo que me dice la gente que vive cerca es que iban a pegarles porque tenían ganas de hacer eso. Fueron a por ellos".

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P.: Le tocó a Mario y a Adrián como a cualquier otro...

R.: "Sí. Si mirabas, ahí pierdes y te pegan. Y conforme fueron puñetazos también pudo ser algún navajazo, no se sabe. Cuando yo llegué a Villarreal, ya recuperó el reconocimiento y estaba con gente de allí. Le estaban asistiendo y había también policías. No paraba de sangrar. Este domingo, han visto el TAC que le hicieron en La Plana y nos ha dicho que la tiene rota por dos lados y a esperar a que baje la hinchazón para poder operarlo e intervenir por dentro de la boca. Es lo que hay, no hay más".

P.: ¿Cómo está su hijo?

R.: "Está mal, tiene rabia de lo que pasa. No quiere volver a un partido así fuerte porque la verdad es que da miedo. A mí ya me dio miedo que fuera. Iba habitualmente con amigos a un partido y no ha pasado nunca nada".

P.: ¿Qué les ha dicho la Policía?

R.: "Me ha llamado y están investigando desde que tuvieron el primer parte. Han hablado con el tercer amigo, al que no le hicieron nada. Dice que vio una cara, la de la persona que pegaba a Mario. Lo que pasa es que no sé nada más. Supongo que la Guardia Civil me irá llamando, pero no sé nada más".

P.: ¿Ha hablado el Villarreal con ustedes?

R.: "La conversación con ellos ha sido buena, repudian lo ocurrido y me dicen que no se puede consentir. Yo tengo miedo de que un día no vuelva porque igual que ha sido un puñetazo, le podrían haber clavado algo y ya está, se ha acabado, todo por una tontería. A mí me da miedo pero ellos tienen que salir. Tienen que ir donde quieran, tendrían que salir donde sea, sin miedo. Mi hijo tiene 21 años, Adrián tiene 18 y el otro chico tendrá unos 20".

P.: ¿Cómo se entera usted de lo ocurrido?

R.: "Yo estaba en casa y estaba esperando a que me llamaran muchísimo más tarde porque después iban a una discoteca. Así lo planearon. Cuando me llamaron y no fue mi hijo sabía que algo iba a mal. Me dijeron 'vente, que a Mario le han pegado' y fui corriendo. Cogí el coche y fui para Villarreal. Cuando llegué ahí y vi todo aquello, con la sangre en la boca, que te digan que ha perdido los dientes, las gafas se las chafaron a propósito... Entre el puñetazo en la cara, la boca, las gafas... Yo me mareé y todo, ahí nos fuimos con una ambulancia al Hospital de La Plana y rápidamente le hicieron pruebas. Las radiografías salieron bien, sin nada roto, pero el TAC de mandíbula hacia arriba se vio que tenía la mandíbula rota y que había que derivarlo al hospital de Castellón".

Antes de finalizar la entrevista, el propio Mario lanza un mensaje en sintonía de la SER: "Yo solo quiero que se haga justicia y se acabe todo esto ya porque a la gente con discapacidad nos da miedo salir a la calle".