Manuel Jabois: "San Valentín es el ejemplo más feliz y perverso de que el capitalismo no respeta ni a Dios"
Este santo se lo han llevado los comercios para el culto a la pareja

"San Valentín es el ejemplo más feliz y perverso de que el capitalismo no respeta ni a Dios"
03:56
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Madrid
La Iglesia lanza una campaña de San Valentín en pleno desplome de los matrimonios y ante el aumento de los divorcios. En 2023 solo hubo 33.000 bodas por la iglesia, según la última memoria de la propia Conferencia Episcopal, es un 80% menos que veinte años atrás. Y ojo, que ha anunciado Miguel Garrigós, secretario de la Subcomisión Episcopal para la Familia, que lanzan también una aplicación para el móvil que se llama Matrim-ON-io. Jugando con lo de encender la pareja.
Hay que aclarar que tengo una suerte de prejuicio a favor de la Iglesia en esto, porque San Valentín es el ejemplo más feliz y perverso de que el capitalismo no respeta ni a Dios. Este santo se lo han llevado los comercios para el culto a la pareja, es decir, han despojado a la Iglesia del significado de San Valentín. Nosotros, tú y yo, cuando digo nosotros estamos a favor del amor y le hemos dedicado muchos minutos a lo largo de este año y de anteriores. En este programa hemos dedicado especiales prácticamente. Aquí se banca que ambos hemos aprendido algo, aunque creo que aún no sepamos que hemos aprendido que hay tanto amor eterno delante de Dios como a su espalda.
Esto es una cosa que poco a poco vamos a ir aprendiendo. Y las bodas religiosas a las que hemos acudido seguramente son tan espectaculares y atractivas como tan difíciles como las civiles. O sea, realmente poco son la monarquía del amor, no algo bello, que cada vez sirve para menos. Podemos decirlo así, pero creo que es algo que hay que probar alguna vez en la vida. Y como no vamos a ser Reyes, ni tiene pinta de que lo vayamos a ser, a mí no me importaría, y esto lo confieso, aquí mañana ya veremos, casarme alguna vez por la Iglesia con la excusa típica, con alguna, en alguna ocasión, como como dijo Adriana Abascal en aquella famosa portada cuando fue su tercera boda: "Por fin me caso por amor". Pues yo por fin me caso por la iglesia y te voy a decir, como no, con la cobardía de esos amigos que dicen no, no, bueno, porque a mi madre le hace ilusión, no, a tu madre se la sopla. Te quieres casar por la iglesia y no sabes como justificarlo, porque es más bonito, porque hay un templo, porque hay una, hay una liturgia.

Manuel Jabois
Es de Sanxenxo (Pontevedra) y aprendió el oficio de escribir en el periodismo local gracias a Diario...