Así describían a los dragones en el pasado: no tenían nada que ver con los actuales, pero eran igual de letales
Las notas de San Isidoro nos demuestran un animal completamente distinto al que conocemos

Así describían a los dragones en el pasado: no tienen nada que ver con los actuales
03:43
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Madrid
A lo largo de nuestras vidas hemos oído hablar de una infinidad de seres mitológicos a cada cual más sorprendente. Desde el mítico basilisco hasta el grifo pasando por otros como el centauro, la hidra o cerbero, el perro guardián del infierno. Una serie de personajes de lo más fascinantes que se transmitieron de generación en generación gracias al boca a boca de las primeras civilizaciones y los textos de personalidades tan relevantes como San Isidoro de Sevilla. Sin embargo, ninguno de todos estos han llegado a ser tan populares como los dragones y los unicornios. Mientras que los primeros destacaban por su fiereza, los segundos se caracterizaban por una belleza asombrosa que le convertían en una de las bestias más codiciadas.
Más información
En el último programa de SER Historia hemos hablado sobre la figura de San Isidoro y sobre cómo este fue capaz de hacer un retrato casi perfecto de la sociedad del siglo VII. A pesar de que es reconocido como el último Padre de la Iglesia de Occidente, Isidoro de Sevilla también pasará a la historia como un erudito al que le debemos gran parte de nuestro conocimiento actual: "Si no hubiera existido no tendríamos tanto conocimiento del pasado. No tendríamos tanto conocimiento de la Edad Media porque él se encargó de rescatar del olvido muchísimas veces mucha información que había desaparecido con el incendio de la biblioteca de Alejandría o la de Constantinopla. Es un mérito que se lo debemos".
El erudito San Isidoro
Isidoro escribió acerca de la civilización en la que creció. También sobre cultura, sobre música, y sobre muchos otros temas más. También sobre creencias y supersticiones, llegando a escribir sobre todo tipo de bestias a cada cual más sorprendente. Así nos lo ha explicado Jesús Callejo en El Cronovisor, donde ha explicado que Isidoro de Sevilla también escribía acerca de seres que por aquel entonces se pensaban que eran reales. Hablamos sobre los anteriormente citados dragones y unicornios, probablemente los dos más reconocibles por aquel entonces: "En sus libros habla sobre animales que eran conocidos en aquella época y da pábulo a otro tipo de animales que por entonces su existencia estaba más que en duda".
Por aquel entonces, Isidoro de Sevilla explicaba que el dragón era un animal real que habitaba principalmente en las montañas del Cáucaso y en el Oriente: "Él consideraba que el dragón existía y que era la mayor de todas las serpientes y todos los animales que había en nuestro planeta". Un animal con una fuerza tan descomunal que era incluso el responsable de los ciclones que amenazaban la Tierra. Sin embargo, San Isidoro describía a este animal de una forma completamente distinta a la que lo haríamos en nuestros días.
Las leyendas del dragón y el unicornio
Principalmente porque este animal no se caracterizaría por sus capacidad para chamuscar a quien se interpusiera en su camino: "Isidoro habla de lo que ha oído. En sus textos recoge que su fuerza no radica en los dientes, sino en la cola. Es inofensivo en cuanto al veneno y mata asfixiando a su victima. Ni siquiera el elefante está a a salvo del dragón". De ahí que fuera un animal cuanto menos peligroso al que todo el mundo temía.
Otra de las leyendas más típicas de la época habla sobre el unicornio. Un animal muy salvaje con un punto débil cuanto menos sorprendente si lo vemos desde el prisma actual: "Hay una leyenda medieval que recoge que la única forma de amansar este animal tan fiero es colocándole a una mujer virgen encima. En ese momento, la fiereza desaparece, descansa la cabeza sobre la doncella y entonces se puede domesticar. De ahí que muchos libros comenzaran a recoger en sus textos que solo puedes cazar a un unicornio si colocas a una doncella virgen".

David Justo
(Astrabudua, 1991) Periodista especializado en tecnología que aborda la vida digital desde otro punto...