Se alquila ordenador cuántico para resolver problemas sin solución
Qilimanjaro busca impulsar la computación cuántica para revolucionar sectores clave, como la inteligencia artificial, la salud o la sostenibilidad
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Se alquila ordenador cuántico para resolver problemas sin solución
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El ordenador tiene el tamaño de un armario de dos metros de alto. Necesita estar a temperaturas extremadamente bajas o incluso más frías que el espacio exterior para que sus chips funcionen. Hablamos de los ordenadores cuánticos, un "cambio de paradigma" con el que se pretende desarrollar "una nueva lógica de manipulación" que nos permita encontrar soluciones "muchísimo más eficientes" para problemas que hoy en día no tienen solución. Así ha explicado en La Ventana Marta Estarellas, CEO de Qilimanjaro, a qué dedica su compañía. Un proyecto que abre nuevas posibilidades en áreas como la inteligencia artificial, la salud o la sostenibilidad.
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¿Qué diferencia hay entre un ordenador cuánto y uno convencional? El primero, ha señalado, consigue hacer cálculos en un tiempo más corto, con mayor precisión y consume menos recursos energéticos. La CEO de Qilimanjaro ha contado que estos sistemas son clave para resolver problemas "que hoy son imposibles para los ordenadores convencionales, como simulaciones de nuevos fármacos, materiales o incluso el estudio del cambio climático". Estarellas ha añadido que también serán relevantes para optimizar procesos logísticos, financieros y energéticos, como una nueva pandemia.
La CEO de Qilimanjaro ha trabajado durante años en la investigación de diseño de nuevos fármacos, donde "intentaba hacer ensayos clínicos experimentales más eficientes, para ir más a tiro fijo". Lo hacía con los ordenadores más potentes de España, pero "aun así tardaba semanas o eran cálculos impracticables".
Tener un ordenador cuántico en casa no es una opción viable, por su tamaño, su precio y por el coste de su mantenimiento. Lo que propone la compañía es ceder estos ordenadores que estarán "en centros de servidores, en granjas o centros de supercomputación". Estarellas ha explicado que "desde allí, las empresas de diferentes sectores, o farmacéuticas, o centros de investigación, se podrán conectar para utilizar esos recursos de manera temporal mediante la nube".
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Actualmente, están construyendo la primera granja de datos cuánticos de Europa en el barrio de Poblenou, en Barcelona. Será un centro de computación cuántica diseñado para ofrecer servicios a empresas y gobiernos que necesiten resolver problemas complejos de forma eficiente.
Igual que pueden ser utilizados para resolver el problema de la pandemia o encontrar una vacuna más rápido, los ordenadores cuánticos también se pueden usar para "hacer el mal". "Esa es la gran amenaza que hay en toda la parte de criptografía", ha confesado Estalleras, pero "la tecnología no es dañina hasta que no se utiliza con fines malos". La CEO de Qilimanjaro ha aclarado que, frente a esto, "muchos países han empezado a proteger su tecnología".
En España ya hay dos ordenadores cuánticos en funcionamiento instalados en el Barcelona Supercomputing Center (BSC), uno de los centros de supercomputación más potentes del mundo. Además, Estarellas ha contado que acaban de entregar un tercero a un "centro de investigación privado de Abu Dhabi", su primera entrega internacional. El coste varía, pero se trata de inversiones multimillonarias debido a la complejidad tecnológica y la infraestructura necesaria para su operación. Lo suyos primeros con el BSC tenían un coste de 8,1 millones de euros, pero los de International Business Machines (IBM) pueden costar entre 50 y 100 millones.
Para ver un uso más generalizado necesitaremos entre 5 y 10 años para ver un uso más generalizado de la computación cuántica, aunque todavía "estamos en una fase de desarrollo de prototipos y pruebas", ha especificado Estalleras.