Jesús Carmona, el bailaor que nació con el flamenco dentro: "Para mí bailar era instintivo, algo animal"
Hay una foto de su infancia que Jesús Carmona recuerda perfectamente: "Tenía tres o cuatro años. Mi madre le pidió la cámara de fotos a la vecina y me dijo que me iba a echar una foto. Yo, de forma natural, levanté una mano y me coloqué", cuenta en El Faro mientras hace el gesto propio de bailar una sevillana. "Yo no bailaba, no había empezado todavía las clases. Cuando veo esa foto siempre pienso: 'Madre mía". Carmona lleva desde los 9 años dedicado al arte de bailar. Recibió el Premio Nacional de Danza en 2020 y el Premio Benois en 2021, considerado el Óscar de la danza, pero todavía no se explica cómo llegó el flamenco a él, si en su familia nadie se escuchaba ni se había formado en este género. "Para mí bailar era algo instintivo, más animal que cerebral", asegura. Como seudónimo ha elegido 'danzaor', que es la palabra que mejor define a alguien que nunca ha sabido responder cuando le han preguntado si era bailarín o bailaor.
En su entrevista con Mara Torres, Jesús Carmona ha hecho un repaso por su carrera, desde aquella primera actuación con 9 años en la que aprendió que el show siempre debe continuar, hasta la gala en la que recibió el premio a mejor bailarín del mundo. "Hablaban en ruso y no entendía nada. Dijeron el nombre, yo empecé a aplaudir, se quedaron todos mirándome y el de delante me dijo: 'eres tú'. No sabía si me estaba vacilando, así que me levanté con miedo y de repente me dieron el premio", ha contado entre risas. Con los nervios, no alcanzó a decir nada más que un "thank you". Por eso, Mara Torres le ha dado la oportunidad en 'El Faro' de hacer la dedicatoria que no pudo hacer entonces.
Pese al éxito cosechado, Carmona ha mantenido todo este tiempo los pies en la tierra. La llamada para comunicarle que había ganado el Premio Nacional de Danza en 2020 la recibió de camino a un supermercado mientras iba a comprar macarrones, el único plato que podía permitirse después de haber visto cómo la pandemia le cancelaba todos los espectáculos. Su madre también ha contribuido a esa humildad: "Cuando conseguí calmarme del subidón del Premio Nacional llamé a mi madre y le conté que me lo habían dado. Me preguntó: '¿Y eso qué es?'. Le dije que era un premio importantísimo de la cultura y me respondió: 'Cómo me alegro, se me quema la comida, luego te llamo".
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