La historia de Gonzalo Higuaín une a Real Madrid y Brest: “Es nacido allí, pero a los pocos meses nos volvimos para Argentina”

En la previa del Brest-Real Madrid de Champions League, en SER Deportivos hemos buscado una historia para unir ambos clubes. En esa búsqueda, nos hemos encontrado con la historia de Jorge El Pipa Higuaín, padre de Gonzalo Higuaín, exdelantero del conjunto blanco.

El padre de El Pipita, tras hacer gran parte de su carrera en clubes como Boca Juniors o San Lorenzo, hizo las maletas rumbo a Europa en el año 1986. Lo hizo para enrolarse en las filas del modesto Brest francés. Allí jugó dos temporadas, hasta que volvió a Argentina para ponerse, de nuevo, a las órdenes de Menotti.

Junto a Francisco José Delgado, Jorge Higuaín ha querido rememorar cómo fue su etapa en el fútbol europeo, algo que él vivió como un reconocimiento a su trayectoria.

P. ¿Qué recuerda de su etapa en el Brest?

R. Para mí fue una etapa muy bonita, porque jugar en Europa era un premio al sacrificio que hice en mi carrera como futbolista. A la edad que me tocó a mi viajar a Europa fue un premio a la trayectoria.

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P. ¿Qué cree que es para la ciudad ver a su equipo en Champions League?

R. Claro, claro. Es un equipo, y lo digo con mucho respeto, más chico en Francia, pero ha hecho las cosas muy bien. La Champions no la juega cualquiera. Es muy meritorio y mucho más enfrentarse al más grande del mundo que es el Real Madrid.

P. ¿Su hijo Gonzalo Higuaín es nacido en Brest?

R. Es nacido en Brest, sí. Lo que pasa es que a los meses nos volvimos para Argentina porque asumió como Director Técnico de River Plate Cesar Luis Menotti, que ya lo había tenido en Boca Juniors, y me invitó a formar parte del plantel. Me pareció una buena oportunidad para regresar a mi país.

P. ¿Qué recuerda de su Brest? Jugó con 28 años allí, ¿no?

R. Yo estaba acostumbrado a jugar en los equipos grandes de Argentina y teníamos otra mentalidad. Cuando estás en equipos como San Lorenzo o Boca Juniors la palabra perder no le cae agradable. Siempre tienes que ganar, entregando todo, para la satisfacción de los hinchas. Caer en el Brest fue diferente. De local jugábamos muy bien, teníamos un gran equipo, pero no teníamos ese rendimiento de visitantes. A mí eso me caía muy mal, no formaba parte de mi habitualidad. Lo hablaba con mis compañeros, me hacía entender cómo podía porque calcula que no hablaba muy bien francés y me manejaba con un diccionario. No era como hoy, que con el móvil puedes traducir. Yo ahí era todo garra y corazón. Esa era la dificultad que se nos presentaba. Nosotros teníamos a tres jugadores que estaban en la selección, algunos en el juvenil, y lo demostrábamos de local, pero cuando salíamos la disminución del rendimiento era tremenda.

P. Este miércoles se enfrentan al Real Madrid de Mbappé. ¿Cómo pararía a Mbappé un central como Jorge Higuaín?

R. Es difícil (risas). Me pone muy feliz que haya encontrado su lugar y su momento, porque al principio fue bastante criticado. Afortunadamente hoy está demostrando que es uno de los mejores jugadores del mundo y que está en el mejor club del mundo. Esto a veces pasa, había que esperar, ser más tolerante y esperar su adaptación. En el Real Madrid perder no existe y jugar mal no existe. Pasó tiempo, se acomodó y demostró que es uno de los mejores delanteros del fútbol mundial.

P. Habla de un gran delantero. Gonzalo, su hijo, hizo 121 goles y ganó tres ligas, dos Copas del Rey y dos Supercopas. Tampoco está mal, eh.

R. No, no. Nosotros fuimos muy felices. Nos faltó la Champions League. Lo hablo mucho con él que en casi siete años no tuvimos acceso a eso. Es lo que le faltó a Gonzalo. Pero si hago todo el recuento de que fue allí como un niño, con 18 años, y que enseguida se ganó la titularidad… Los siete años que jugó prácticamente siempre fue titular, importante y dio alegrías a la afición del Real Madrid. Cada vez que voy a Madrid a encontrarme con amigos todavía siento el cariño de la gente por mi hijo Gonzalo.

P. El padre de Higuaín, gran jugador argentino, estuvo jugando en el Brest. Jorge, muchas gracias por estar con nosotros.

R. No, por favor. Un placer hablar con ustedes.