Trump congela toda la ayuda internacional de Estados Unidos y pone en riesgo la asistencia a Gaza, Ucrania o Sudán

La vuelta de Donald Trump al poder va a suponer también una pausa indefinida de la ayuda humanitaria financiera que Estados Unidos destinaba a países de todo el mundo, de hecho es el país que más dinero dedica a estos fines, lo que puede agravar crisis ya de por sí en situaciones límite como las de Gaza o Sudán.

El nuevo Secretario de Estado, Marco Rubio, ha confirmado esta pasada noche la decisión del Gobierno de Trump de dejar en suspenso esa ayuda "para asegurar que sea eficaz y coherente con la política exterior de Estados Unidos bajo la agenda de América Primero". Así lo describe en un comunicado del Departamento de Estado, en el que añade que "Trump ha dejado claro que Estados Unidos no va a repartir dinero a ciegas sin ningún beneficio para el pueblo estadounidense", en una acción que considera "un imperativo moral".

Rubio concluye detallando las tres preguntas que en su opinión debe contestar cualquier decisión de financiación humanitaria en el exterior: "¿Hace a Estados Unidos más seguro?, ¿hace a Estados Unidos más fuerte?, ¿hace a Estados Unidos más próspero?".

Golpe global

Estados Unidos es el principal donante financiero de ayuda humanitaria del mundo, por lo que esta decisión supone un revés para la asistencia a personas necesitadas en todo el planeta. La Agencia de EEUU para el Desarrollo Internacional (USAID por sus siglas en inglés) había solicitado un presupuesto cercano a los 43.000 millones de dólares para este 2025.

Entre los fondos que quedan ahora congelados está por ejemplo la ayuda a Oriente Próximo. USAID ha destinado más de 1.200 millones de dólares para ayudar a los gazatíes desde el inicio de la ofensiva militar de Israel. En noviembre de hecho acordó un nuevo paquete de ayuda de 230 millones para Gaza y Cisjordania. Oriente Próximo, Sudán, Haití y Afganistán figuraban como los principales destinatarios de la ayuda estadounidense para este año hasta este frenazo de Trump.

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También entre las previsiones que había realizado para este año contaba con 9.800 millones para la prevención de enfermedades a nivel mundial, 3.000 millones para la lucha contra el cambio climático o 1.200 millones de dólares para hacer frente a la inseguridad alimentaria global. USAID tiene programas específicos de actuación en asistencia sanitaria, medio ambiente, defensa de los derechos humanos, educación o medidas contra la corrupción.

Sólo en 2023, esta agencia destinó 17.000 millones de dólares a Ucrania, y otros países como Sudán también dependen de la llegada de este dinero. A esto hay que sumar la asistencia de Estados Unidos a las agencias de la ONU, de las que es el principal donante. En noviembre, por ejemplo, dio el visto bueno a una ayuda de 20 millones para las labores de UNICEF para mejorar el suministro de agua en Irak.

Primeros contactos en Europa

Este volantazo en política exterior, al que se suman las crisis diplomáticas abiertas con Canadá, México, Colombia o Dinamarca, viene unido al acercamiento de Trump a los gobiernos más populistas y radicales de la Unión Europea. Rubio ha confirmado que ha mantenido en las últimas horas conversaciones con los ministros de Exteriores de dos de estos gobiernos: el de la italiana Meloni y el del húngaro Orbán.

A diferencia de varios gobiernos europeos, y la propia Comisión, la Administración Trump no ha condenado por su parte la victoria electoral de Alexander Lukashenko en unas elecciones en Bielorrusia consideradas fraudulentas por buena parte de la comunidad internacional. Rubio se ha limitado a poner un mensaje en X en el que destaca que "gracias al liderazgo de Trump" se ha puesto en libertad a una estadounidense que estaba arrestada en Bielorrusia.