La relación entre el Pentágono y el ejército de EE UU

Madrid

Cuentan que al general Eisenhower le pusieron a la firma durante la II Guerra Mundial un decreto prohibiendo que los homosexuales sirvieran en el ejercito. Su secretaria personal, con rango de capitana, con la que llevaba años trabajando y a la que apreciaba mucho, le colocó el cartapacio delante y a continuación le soltó: ”Si usted firma eso, mi general, tendré que marcharme inmediatamente”. Su jefe la miró sorprendido, cerró el cartapacio y nunca mas se supo de la dichosa orden.

Ahora se espera que Donald Trump firme tres órdenes ejecutivas que reestructurarían el ejército y prohibirían que los militares transgénero presten servicio en las fuerzas armadas estadounidenses. También se van a prohibir los programas de diversidad e inclusión que existen actualmente. Todo ello, con el impulso del nuevo secretario de Defensa, un antiguo presentador de la cadena Fox que tiene una fama espantosa como agresor sexual y como olvidadizo gestor de fondos, y que superó el aval del Senado por los pelos, porque incluso algunos senadores republicanos no querían verle ni en pintura. Muchos observadores miran con atención al Pentágono y esperan la reacción en los próximos meses de los altos mandos de las fuerzas armadas. La cúpula militar estadunidenses es, hoy por hoy, bastante meritocrática y diversa y normalmente ha tenido jefes civiles con un cierto prestigio. Veremos cómo se relacionan con el actual.