Las agencias matrimoniales están al "alza" en la era Tinder: más privacidad, más éxito y menos exposición
La edad media de quien las usa va desde los 26 a los 75 años. Las mujeres son más exigentes en lo económico, ellos más concretos en lo físico
T5 | E21 Bocadillos en la Warner, agencias matrimoniales y radiografía de la lectura
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En los tiempos de Tinder y Meetic con una mayoría de parejas conociéndose a través de aplicaciones, las agencias matrimoniales gozan de una salud excelente. "Estamos al alza", nos dice Carmen del Valle, directora de Harmony. "En un primer momento, las aplicaciones nos desplazaron, pero ahora nos llega mucha gente cansada y frustrada que reclama un servicio personalizado y el trato directo". Siguen llamándose agencias matrimoniales, aunque son conscientes de que el nombre ha quedado obsoleto porque ahora los clientes no llegan pensando en casarse. Aunque Carmen reconoce que la han invitado a más de una boda, lo que buscan es encontrar una pareja estable, un compañero o compañera de vida.
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Las personas que llegan a una agencia no siempre lo hacen tras fracasar en las aplicaciones de citas, algunos sí lo han probado y han tenido experiencias negativas, pero no todos. Lo que busca la inmensa mayoría, señala Carmen, es la privacidad que da una agencia frente a la obligación de contar públicamente quién eres, qué buscas y poner tu foto en una aplicación. En Harmony acostumbran a desplazarse al domicilio o al despacho del cliente o a quedar un lugar donde se sientan cómodos. La búsqueda de pareja de la mano de profesionales tiene un precio, no está al alcance de todos los bolsillos, que en el caso de esta agencia va desde los 2.000 a los 6.000 euros, según el servicio que se contrate. El tipo de servicio depende fundamentalmente del tiempo de búsqueda que va desde los seis meses hasta el año y medio. En cualquier caso, no hay un número de encuentros preestablecido, nos dice Carmen, porque "aquí no se venden paquetes de citas".
En esta agencia, según su directora, el porcentaje de éxito está en torno al 80 por ciento. "Nuestros clientes están muy motivados, todos tienen el mismo objetivo y basamos las presentaciones en afinidades y compatibilidades. Tenemos una base de datos muy amplia con muchas altas nuevas y bajas porque la gente se va emparejando. Sobre el perfil de los clientes nos cuenta Carmen que el rango de edad va desde los 26 hasta los 75 años, aunque añade que el grupo más numeroso es el que tiene entre 45 y 60, debido, fundamentalmente, a los divorcios. La mayoría tienen un nivel sociocultural alto o medio alto, formación universitaria, economía saneada y poco tiempo para dedicarse a buscar una pareja compatible, razón por la que acuden a un grupo de profesionales.
Todo empieza por una llamada
Si quieres conseguir pareja con la ayuda de una agencia, lo primero es hacer es una llamada telefónica en la que te van a informar de sus servicios y precios. En ese primer contacto telefónico te preguntan lo que estás buscando y algunos datos básicos. Si sigues interesado te envían un formulario y se concreta una primera entrevista personal que es gratuita. En ese encuentro tendrás que dar detalles de lo que estás buscando y de lo que nunca aceptarías. Nos cuenta Carmen que los fumadores lo tienen cada vez más difícil, que las mujeres son más exigentes en el tema económico y que ellos son más visuales, demandando incluso un determinado color de pelo o de ojos y acostumbran a ser más intransigentes con la diferencia de edad.
El primer encuentro con la pareja que los profesionales consideran apropiada para ti, lo reserva la agencia. Por lo general, explica Carmen del Valle, reservamos espacios agradables donde los dos puedan sentirse cómodos y me da el nombre de algunos conocidos hoteles de cinco estrellas de Madrid. "Ahora, sigue contando, está muy de moda el brunch o el tardeo. El feeback nos lo deben dar a la semana siguiente de la cita, ese cambio de impresiones es fundamental. Nos ayuda a conocer a los clientes más a fondo y además nos confirman si seguirán viéndose o no. Si es que sí, seguimos a su lado en la sombra y si deciden no verse más tenemos que preparar nuevos encuentros".
A esa primera cita los dos acuden sin haber visto la imagen del otro. Mientras en las aplicaciones es necesario y hasta imprescindible desde hace ya algún tiempo subir a tu perfil al menos una foto actual. En Harmony, las parejas acuden a ese primer encuentro sin haber visto una foto del otro. Aunque la atracción física es importante, resaltan en la agencia, aquí no se prioriza la imagen: "Le damos más importancia a que los perfiles se ajusten a un estilo de vida, a una personalidad".
