Un diputado danés de extrema derecha carga contra Trump en el Parlamento Europeo: "Váyase a la mierda"

El propio gobierno danés ha reconocido que las amenazas de Trump para hacerse con Groenlandia han sumido la política exterior del país escandinavo en su peor crisis en años, y el intenso debate interno en el país está haciendo que suba el tono de los mensajes políticos de una manera muy poco habitual entre los daneses.

El último ejemplo lo ha dado este martes Anders Vistisen, eurodiputado del Partido Popular Danés, partido de extrema derecha que está en el mismo grupo parlamentario que VOX, que el Fidesz de Orbán o que la Liga del italiano Salvini. Vistisen comenzó su intervención ante la cámara hablando en inglés y refiriéndose a esta polémica sin rodeos: "Groenlandia es parte de Dinamarca desde hace 800 años, no está a la venta y déjenme que lo diga en palabras que seguramente pueda entender: señor Trump, váyase a la mierda".

En estas palabras Vistisen no fue muy preciso con la realidad histórica de Groenlandia, que realmente fue una dependencia noruega y no danesa, país que confirmó su soberanía sobre la isla entrado ya el siglo XIX, si bien antes tenía ya una influencia muy relevante en este territorio.

El exabrupto provocó la interrupción inmediata por parte del encargado de moderar el debate en ese momento, que le recordó que no se puede utilizar ese tipo de lenguaje en un debate parlamentario. El vicepresidente del Parlamento le reprendió diciéndole que "no es correcto hablar así en la sede de la democracia. Independientemente de lo que pensemos del señor Trump, no se puede usar ese lenguaje". Vistisen ha justificado este miércoles en los medios daneses su intervención argumentando que "Trump es una persona que habla de forma directa, así que respetará a quien también le dice las cosas de forma directa".

Entre la defensa de la soberanía y la diplomacia

El gobierno danés ha insistido en que no se plantea la venta de Groenlandia, aunque en todos sus mensajes públicos subraya también la necesidad de mantener un diálogo constante con un socio preferente como es Estados Unidos. En varias ocasiones en los últimos días, miembros del gobierno han admitido que comparten las preocupaciones que Trump pueda tener por la seguridad en el Ártico, territorio de interés también para Rusia y China. Este martes la primera ministra del país convocó de hecho a los líderes de todos los partidos para analizar la situación una vez que Trump está ya en la Casa Blanca.

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A esto se suma además la tensión interna que han generado las palabras de Trump, ya que Groenlandia está bajo el gobierno de un partido independentista que ha vuelto a poner sobre la mesa la opción de votar por su autodeterminación.

El gobierno danés ha reiterado que el futuro de Groenlandia lo decidirán los habitantes de la isla, aunque no se ha comprometido a convocar ningún tipo de referéndum, mientras que los ultras del partido de Vistisen rechazan cualquier tipo de propuesta independentista.