Es niñera de multimillonarios, ha viajado en jet privado por todo el mundo y explica por qué no es una vida ideal: "Las que te pagan poco son las mejores"
No siempre es oro todo lo que reluce, así lo cuenta la protagonista de esta historia
Una limusina en la pista de un aeropuerto frente a un jet privado / Ronnie Kaufman
Cuántas veces hemos escuchado que el dinero da la felicidad. Es una frase muy recurrente y que ha llegado a generar debate, con partidarios de que una cifra alta en la cuenta bancaria ayuda a afrontar mejor el día a día y aquellos que piensan que la satisfacción llega con otras cosas inmateriales u otros aspectos quizá más insignificantes.
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Lo mismo ocurre con los trabajos: mientras unos preferirían dedicarse a algo que no les hace del todo felices pero que a final de mes es más agradecido que otras profesiones, otra gente se conforma con un sueldo más bajo pero dedicándose a lo que de verdad le hace feliz. A este debate, en cierta forma, se enfrenta Kathryn Lord, una mujer de 38 años que comenzó a trabajar de niñera mientras estudiaba para poder tener algunos ahorros.
Casi 20 años más tarde, la profesión de dedicarse a cuidar a niños se ha convertido en uno de los aspectos principales de su vida. Sin embargo, sus clientes han cambiado y ahora desempeña su trabajo en familias multimillonarias. Lord conoce bien el sector ya que sus padres son dueños de una guardería y es ahí donde recibe una oferta de un hombre muy rico para irse de crucero. "Los empleos, por tanto, se multiplican", cuenta el portal italiano Il Fatto Quotidiano, que se hace eco de la noticia.
La niñera cuenta cómo gracias a su trabajo ha vivido momentos, experiencias y viajes por todo el mundo, volando "en primera clase" y con todo lujo de detalles. "Fue increíble", aseguró la mujer al Daily Mail. "La primera vez que subí a un jet privado, el coche nos llevó directamente a la pista. Bajé e intenté coger mis maletas, pero me dijeron que no las tocara. Cogí al bebé y me monté en el avión. Fue un momento loco porque no sabía qué esperar", ha añadido, la niñera de millonarios, alucinando con su nueva vida.
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No es oro todo lo que reluce
Sin embargo, el trabajar para familias con tanto poder adquisitivo y llevar una vida fuera de lo común no es tan bonito como puede llegar a parecer. Kate explica los niveles de exigencia que piden al tratarse de un empleo de esa talla. "Que te paguen más no significa que sea el mejor trabajo. Algunas familias piensan que como te pagan tanto, debes dedicarles todo tu tiempo. Las familias más tranquilas, las que no te pagan más, son en realidad más agradables", ha reconocido.
Es aquí donde la niñera lanza una reflexión sobre el nivel de vida y la dedicación al trabajo. La niñera recuerda, por ejemplo, cómo una compañera suya fue despedida fulminantemente porque la madre tenía celos del tiempo que ella pasaba con sus niños. "Niñeras y padres deben ser un equipo", ha comentado.
A modo de colofón, Lord recuerda una anécdota de lo más sorprendente que le impactó durante el crucero, cuando aceptó su primer trabajo en esta etapa colaborando al lado de personas multimillonarias. Y es que el empresario le dio una tarjeta de crédito con el nombre del niño en ella, como titular, y le pidió que todos los gastos del pequeño los pagase con ella. "Me dijeron que no podía decirle que no. Cualquier cosa que me pidiera (su hijo), debía decir que sí. No hice caso, porque hubiese sido una locura", ha confesado.
