La paradoja de Elon Musk y su fábrica de Tesla en Alemania: "Los que se opusieron reciben todos sus parabienes"
El multimillonario se ha dedicado a pedir el voto para la extrema derecha, partido que se opuso a la construcción de su sede en el país
La paradoja de Elon Musk y su fábrica de Tesla en Alemania: “Los que se opusieron reciben todos sus parabienes”
03:55
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Desde que el hombre más rico del mundo se comprometiese, en cuerpo y alma, a convertir a Donald Trump en el presidente número 47 de Estados Unidos, Elon Musk no ha dejado títere sin cabeza. A finales de diciembre, Elon Musk ya hablaba de Alternativa por Alemania (AfD) como la única formación capaz de "salvar Alemania", y a mediados de enero, conversaba con Alice Weidel, donde además de mostrar una clara sintonía ideológica, pedía públicamente el voto para la líder de extrema derecha en las elecciones parlamentarias del 23 de febrero.
Más información
Un giro de guion que ha sorprendido enormemente a los habitantes y trabajadores de Grünheide, donde el magnate sudafricano levantó una gigafábrica de Tesla, creando 12.500 puestos de trabajo. En mitad de una crisis industrial, su anuncio en 2019 fue recibido por este pueblo de 9.000 habitantes como una lotería. Sin embargo, las recientes declaraciones de Musk han puesto el foco en esta pequeña localidad, a unos 40 kilómetros de Berlín. Hasta allí, ha viajado el corresponsal en Alemania de El País, Marc Bassets, para charlar con los empleados y políticos sobre las injerencias del multimillonario. Así se lo ha contado a Javier del Pino en A vivir que son dos días.
Bassets cuenta que, a grandes rasgos, las pretensiones de Elon Musk están inquietando a muchos partidos alemanes, una preocupación que también ha llegado hasta Europa. De hecho, Javier del Pino comentaba que sería de esperar que en Grünheide, el pueblo con la única fábrica europea del coche más vendido del año pasado, estuvieran dedicados "al culto al líder". Pero Bassets reconoce que no podría estar más lejos de la realidad y que ahí reside una de las grandes contradicciones de la estrategia de Musk en Alemania.
Un mar de contradicciones
"Hay que decir que de los que trabajan en la fábrica, 12.500 empleados, muchos no viven en el pueblo. Vienen de Berlín o de otras poblaciones y hay un tren que constantemente está trayendo obreros para la fábrica", explica el periodista, señalando que el apoyo yo no de los trabajadores no coincide necesariamente con la postura de las autoridades locales. Y es que, cuando Musk comunicó al mundo sus intenciones empresariales en la localidad alemana, hubo una fuerte oposición por motivos medioambientales al levantamiento de la planta industrial.
Cierre de Tik Tok, peregrinación al Ganges y espionaje durante la Guerra Fría
42:39
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
"Una de las contradicciones que me parece interesante en este lugar es que uno de los partidos que encabezó la oposición a la fábrica fue Alternativa por de Alemania, el partido de la extrema derecha. En cambio, los que favorecieron que la fábrica se instalase fueron los socialdemócratas que gobiernan en el estado de Brandeburgo, que es donde está Grünheide", detalla Bassets. Esto ha sumido al magnate en un mar de contradicciones, pues los que facilitaron su instalación en el país, ahora son insultados por Musk, mientras que "los que se opusieron, reciben todos sus parabienes".
Marc Bassets cuenta a Javier del Pino que trató de hablar con trabajadores de la fábrica, con vecinos y con políticos del pueblo, pero lo que llamó su atención fue la reticencia de los empleados a hablar "on the record". "Hay cierto temor o cierta incomodidad a hacerle un desaire a Elon Musk", añade. Con quien sí pudo hablar el periodista de El País fue con la dirigente de AfD local, que insistía en la oposición de su partido a la fábrica y a la promoción del uso del coche eléctrico. Muy distante del patrocinio de Musk.
Laura García del Valle
Periodista y SEO. Viví en Londres durante 5 años, pero la COVID me obligó a hacer las maletas y volver...