El aviso de Neymar al Real Madrid sobre Mbappé: "Si nadie corre y nadie ayuda, es imposible ganar nada"

El contraste de las sensaciones que ha dejado Kylian Mbappé en sus primeros meses en el Paris Saint-Germain y en el Real Madrid salta a la vista. Si bien en la capital francesa cayó de pie, desplegando un fútbol que despertó admiración casi unánime, el sentir en la 'Casa Blanca' es de un atasco del que no termina de salir pese a haber dejado alguna que otra dosis de súperclase. El madridismo todavía ansía que su gran fichaje de esta temporada se destape por completo como el jugador 'top' mundial, y en medio de estos suspiros pendientes de cumplirse ha aparecido un excompañero del delantero, Neymar Jr., para poner un granito más en la sombra de las sospechas sobre el rendimiento de Mbappé.

El ídolo brasileño, que trata de recuperar su mejor nivel en el Al-Hilal saudí después de muchos meses recuperándose de una grave lesión, ha echado la vista atrás hacia su etapa en el PSG en una charla con el exfutbolista Romário de Souza. En esta conversación entre dos referentes del fútbol en Brasil, Neymar habló de su "pequeña pelea" con Mbappé, aunque consiguieron pasar página pronto. "Yo lo llamaba 'Golden Boy'. Siempre jugué con él, dije que iba a ser uno de los mejores. Siempre lo ayudé, hablé con él, vino a mi casa, cenamos juntos...", recordó, antes del momento en el que volvió a lamentarse su vínculo sobre el campo.

"Tuvimos algunos buenos años de asociación, pero después de que llegase Messi él (Mbappé) estaba un poco celoso", expuso, a sabiendas de que después de este fichaje "hubo algunas peleas, un cambio de comportamiento". "Es bueno tener egos, pero hay que saber que no se juega solo. Tiene que haber otro chico a tu lado. Había grandes egos en casi todas partes. No puede funcionar. Si nadie corre y nadie ayuda, es imposible ganar nada", apuntó, en un claro tirón de orejas hacia sus compañeros en París.

"Un día, al descanso con el Barça, me puse a llorar"

También se refirió a su difícil salto a Europa, con el FC Barcelona como una primera parada que terminó de lanzar su carrera tras sus prometedores inicios en el Santos. Aun así, tampoco tuvo un camino de rosas en Can Barça: "Llegué al Barcelona con 21 ó 22 años, acababa de ganar la Copa Confederaciones contra España y no me sentía lo suficientemente seguro para jugar allí. Fueron seis meses sin poder driblar a nadie, haciéndolo todo mal", se excusó.

"Hubo un día que me dio una desesperación total, me fui al descanso del partido contra el Athletic muy enfadado, me puse a llorar", llegó a lamentarse, colocando a Leo Messi como el gran impulsor de su fútbol en el Barça. También reconoció su conversación con el argentino en el momento de su salida con destino a París. En medio de los rumores sobre convertirse en Balón de Oro en el PSG, sin la competencia de Messi, ambos tuvieron una conversación al respecto: "En mi última semana en Barcelona, Messi me preguntó: '¿Por qué te vas? ¿Quieres ser el mejor del mundo? Voy a convertirte en el mejor del mundo'. Pero no fue eso, fueron otras cosas personales. Por supuesto, económicamente el PSG era mucho mejor que en Barcelona, había brasileños que jugaban allí y todos eran mis amigos", explicó, consciente de lo difícil de entender en esta marcha: "Me arriesgué, pero no fue con la idea de ser el mejor del mundo", zanjó.

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