Los socialistas y la ultraderecha de Le Pen evitan que prospere la moción de censura contra el primer ministro francés Bayrou
La moción, la primera que afrontaba el primer ministro François Bayrou, estuvo protagonizada por la fractura de la izquierda, donde el Partido Socialista (PS) se ha desmarcado de sus otros socios del Nuevo Frente Popular (NFP)
El centrista François Bayrou, líder del Movimiento Democrático / Antoine Gyori - Corbis
Madrid
El Gobierno francés ha superado este jueves una moción de censura apoyada por tres partidos de izquierda pero que no contó con el respaldo de los socialistas. La moción ha registrado 131 votos a favor, ha anunciado tras el recuento la presidenta de la Asamblea Nacional, Yäel Braun-Pivet, lejos de la mayoría absoluta de 288 necesarios para hacer caer al Ejecutivo.
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La ultraderechista Agrupación Nacional (RN) de Marine Le Pen tampoco ha apoyado la moción, como sí había hecho en diciembre pasado para, junto con los cuatro partidos de izquierda, derribar al anterior Gobierno de Michel Barnier.
La moción, la primera que afrontaba el primer ministro François Bayrou, estuvo protagonizada por la fractura de la izquierda, donde el Partido Socialista (PS) se ha desmarcado de sus otros socios del Nuevo Frente Popular (NFP).
Un primer análisis de los votos registrados indicaba que en torno a ocho de los 66 diputados socialistas habrían rechazado la consigna de su partido para apoyar la moción. El primer secretario del PS, Olivier Faure, ha justificado la posición en dos motivos, el primero las concesiones del Gobierno en los contactos de las últimas semanas, y que según él han beneficiado a los ciudadanos con medicas concretas en fiscalidad, educación o sanidad.
También porque el Gobierno ha aceptado reabrir la discusión sobre la muy impopular reforma de las pensiones de 2023, aunque no está garantizado que haya cambios. Y el segundo fue su temor a que una nueva crisis de Gobierno podría traducirse en llevar a Le Pen al poder: "Hemos optado por no practicar la política de lo peor porque puede conducir a lo peor, al triunfo de la extrema derecha", ha afirmado Faure.
Aún así, Faure ha dejado claro que "estamos en la oposición y ahí seguiremos", y advirtió a Bayrou que su partido podría apoyar otra moción de censura "en cualquier momento". La postura socialista fue criticada por los principales líderes de La Francia Insumisa (LFI), el partido más a la izquierda de la Asamblea Nacional, que había presentado la moción, apoyada después por ecologistas y comunistas.
El primer ministro ha acusado a LFI de que con su moción apostaba por "el enfrentamiento" en lugar de buscar el diálogo "en la situación tan grave de nuestro país", tanto por la posición "extremadamente grave" de la economía y de las cuentas públicas como por el difícil panorama internacional.
