La respuesta de Pedro Alonso a quienes piensan que su documental es apología de las drogas: "A estas alturas de mi vida..."
El actor ha experimentado un proceso de redescubrimiento espiritual
La respuesta de Pedro Alonso a quienes piensan que su documental es apología de las drogas: "A estas alturas de mi vida..."
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Madrid
El actor español Pedro Alonso, reconocido por haber encarnado un papel fundamental en la trama de La casa de papel, representando a Berlín, el brazo de El Profesor dentro de la Fábrica de Moneda y Timbre en España, personaje al que después Netflix dedicó incluso un spin-off, ha dado un giro a su vida. Alonso, además de triunfar mundialmente con esta serie, se ha embarcado estos últimos años en un proceso íntimo de redescubrimiento espiritual, que ha visto la luz mediante un documental producido y dirigido por él mismo: En la nave del encanto, en el que se le ve consumiendo drogas para dar con la verdad que se escapa dentro de la vida mundana.
Pedro Alonso ha estado en Transmite la SER con Juan Carlos Ortega, quien le ha preguntado por este nuevo documental y, sobre todo, las críticas que este ha podido generar. Ortega ha querido cuestionar al actor sobre cómo se defiende de aquellos que, al ver la cinta, pueden pensar que está haciendo apología de las drogas.
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El actor asegura que lo primero que dice al encontrarse a alguien que lo acusa de animar a la sociedad a consumir drogas es si han visto o no el documental, algo con lo que Ortega le dio la razón, asegurando que cualquiera que lo haya visto puede comprobar que en ningún momento Alonso blanquea el uso de estupefacientes.
Siembre existió la "amenaza de la cancelación"
A pesar de ello, el actor cuenta que, cuando se "formuló la posibilidad de levantar este proyecto", fueron varias las personas de su círculo cercano y "con criterio" las que le dijeron que producir y dirigir una historia así no era buena idea, puesto que, dice, estaba de por medio la "amenaza de la cancelación" o que la gente creyera que era una especie de "gurú".
Pedro Alonso reconoce que hacer este documental tenía un gran componente de riesgo, y que haciéndolo probablemente se haya "metido en todos los charcos", ya que se trata de "un hombre blanco, español, europeo y occidental yendo a la selva a hablar de chamanismo". Ante este riesgo, el director explica que se prometió a sí mismo dar "un nivel de compromiso y exposición" lo más honesto que fuera capaz, lo que implica enseñar sus "luces y sombras".
Alonso rechazó caer "preso de la dictadura del pensamiento único"
El director incide en que, para él, era importante abrir una conversación que le parece legítima y que trata el "mono neurótico", al que sostiene está expuesta la sociedad a día de hoy. "Hay mogollón de personas en mi entorno, incluido yo mismo en varias épocas de mi vida, que no duermen bien, no descansan, que no les para la cabeza y que tienen problemas de gestión afectiva", es decir, tienen "certezas muy grandes, pero luego en la gestión del día a día tienen mucha complicación", relataba el actor.
Una vez realizada toda esta reflexión, Alonso, teniendo esto claro, pensó en aquel momento que lo único que lo frenaba de llevar a cabo este proyecto era el miedo, algo que no podía permitir que lo paralizara. "Me dije: a estas alturas de mi vida, pienso que ya tengo claro cuáles son mis acuerdos y que, si no lo hiciese, estaría cayendo preso de la dictadura del pensamiento único", o lo que es una forma de autocensurarse, y concluye el director: "Eso sí que no".
El viaje de Pedro Alonso
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