Manuel Jabois: "Al borracho se le exige una cosa: que en el lugar en el que esté haya puertas"

Madrid

"Una vez. Fue cuando se puso de moda lo de aplaudir al aterrizar. Y perdón por el estereotipo, soy gallego y sufro estereotipos parecidos, pero nunca me ha parecido buena idea que la aerolínea mas barata sea irlandesa. Por eso me parece más meritoria la iniciativa de Ryanair. Es una falta de respeto entrar o estar borracho en un avión. De las peores faltas de respeto. Porque al borracho, a la existencia del borracho, se le exige una cosa: que en el lugar en el que esté haya puertas. O sea, que se le pueda echar. Usted beba aquí, no hay problema, pero cuando empiece a ser un problema para los demás, adiós. En los aviones, en los zulos, en los altillos esos en los que se esconde la gente para que no las encuentren, la única prohibición es no hacer ruido. Y no hacer ruido es incompatible con un borracho. Cuando duermen, roncan. No se puede fumar en un lugar a 10.000 metros del suelo por razones que ahora son aplastantes, pero se puede beber sin límite. Yo soy partidario de beber con límite. El límite son los demás. Pasajeros y pilotos, en esto no hay colores."