"La prepotencia del dinero": Luis García Montero carga contra la celebración de la Supercopa en Arabia Saudí

Madrid

Los niños de provincias solemos tener doble militancia en el fútbol. Como ya sabes, yo soy del Granada y del Real Madrid. Como madridista, sentí vergüenza en la final de la Supercopa de España jugada en Arabia Saudí. A veces las derrotas son demasiado bochornosas por las goleadas, las debilidades del equipo y la superioridad absoluta del contrario. Un vapuleo. La expulsión del portero del Barcelona no sirvió para que el Madrid reaccionara, sino para suavizar la goleada que se veía venir.

Enhorabuena al Barcelona. Como decía Eduardo Galeano, el fútbol es lo más importante de las cosas que no tienen importancia y la reaparición futbolística de Kylian Mbappé es un motivo de esperanza para el madridismo. Hay que consolarse.

Lo que no tiene consuelo ninguno es la prepotencia del dinero en el mundo que sufrimos. El negocio de celebrar la Supercopa de España en Arabia Saudí demuestra una vez más que cualquier cosa está sometida a la desvergüenza. Ni los derechos humanos, ni las penas de muerte, ni la dignidad de la mujer, ni los fanatismos religiosos, ni el valor de la democracia, tienen importancia ante su majestad, el dinero.

Se demuestra una vez más que el avance tecnológico, con su fiesta de drones, no está al servicio del progreso, sino de la superstición, y que los argumentos públicos son estafas sociales, ya se trate de justificar la bajada de impuestos a los ricos como un modo de solucionar el problema de la vivienda o de defender la Supercopa de España en Arabia Saudí como una forma de apoyar los derechos humanos y la dignidad de la mujer.

En fin, que he sentido vergüenza como madridista, pero sobre todo, sobre todo, como un europeo que sigue creyendo en la razón, la democracia y los derechos humanos.

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