Cómo identificar si un alimento es verdaderamente ecológico: la clave está en su origen

Que lo sostenible está de moda ya es una declaración innegable. Productos a granel, alimentos ecológicos o comercio de proximidad son términos cada vez más empleados entre los consumidores. Las grandes ciudades están plagadas de tiendas ecológicas y la demanda por productos 'bio' es mayor, con una amplia red de supermercados subiéndose a la ola de la ecología.

En la carrera por perseguir una agricultura y ganadería más ecológicas, locales y de temporada, en A vivir que son dos días hemos charlado una vez más con la ganadera Ana Corredoira. Junto a Javier del Pino, reflexiona sobre los fallos de un sistema alimentario industrializado incompatible, en muchos casos, con la sostenibilidad y la veracidad de las etiquetas ecológicas.

La ganadera nos explica que la producción ecológica está reglada desde Europa, llegando al Estado y luego se traslada a las comunidades autónomas, donde están los órganos de certificación y control, que se encargan de revisar, auditar y controlar todo el proceso, desde la tierra hasta la manufactura del producto que se pone a la venta. Así, los agricultores y ganaderos deben cumplir con una serie de prácticas que van desde el uso de semillas, los alimentos para los animales al empleo de antobióticos.

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Cómo identificar los productos ecológicos

Corredoira recuerda que los términos "orgánico, bio y eco" están reservados precisamente para este tipo de producciones, por lo que, solamente se pueden incluir en etiquetados de alimentos de productos que, efectivamente, proceden de sistemas de producción ecológicos. Sin embargo, la ganadera señala que, en la actualidad, muchos de esos productos que se venden como ecológicos, realmente no lo son, y ofrece una serie de pautas para identificarlos.

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Para Ana Corredoira, la clave está en el origen. "En el lineal, hoy en día, podemos encontrar productos con esa etiqueta ecológica o biorgánica que han cruzado océanos y que han viajado miles de kilómetros hasta nuestras estanterías. Es normal que este aspecto genere desconfianza. Es un producto que debería, de alguna manera, recoger unos estándares no solamente de bienestar animal, de garantías sociales, sino también de cuidado del medio ambiente y de reducción de la huella de carbono", explica Ana.

Es por esto que Corredoira sentencia que las etiquetas ecológicas se han convertido en "grandes eslóganes comerciales". "Son reclamos para que los lineales, las grandes áreas comerciales y las grandes industrias consigan diferenciarse en un mercado cada vez más competitivo", declara. De ahí, insiste la ganadera, en la importancia de identificar el origen de los productos que consumimos. "Tenemos que ver qué es lo que hay detrás de ese producto, en qué condiciones se ha producido, en qué condiciones trabajan o cuáles son los modelos de producción que hay detrás de esos alimentos y qué es lo que ha pasado antes de que ese alimento llegue a nuestras mesas", añade.

Además, con este tipo de errores, Corredoira señala que tampoco se está garantizando la temporalidad de los productos. "La regulación es necesaria. Defiendo y creo en la agroecología, pero tiene que ir acompañado de otra serie de cambios en los mercados, en los modelos de consumo. Porque si no, realmente, como estrategia, no va a funcionar", aclara.