Y yo te buscaré en Groenlandia

Madrid

Donald Trump quiere comprar Groenlandia y aquí nos lo tomamos a cachondeo. ¿Qué tendría de raro que Estados Unidos comprara un territorio, si lleva toda la vida haciéndolo? A Francia le compró Luisiana, que entonces llegaba desde el golfo de México hasta la frontera de Canadá. A Rusia le compró Alaska. A la propia Dinamarca, de la que Groenlandia es algo así como un protectorado, le compró unas islas en el Caribe.

Estados Unidos es como esos campesinos espabilados que están siempre comprándole tierras al de al lado. España, en cambio, es un campesino venido a menos. Cuando Fernando VII le vendió La Florida lo hizo a cambio de su amistad. Algo así como: tú me cuidas las gallinas y yo te regalo esta parcela.

Habrá quien piense que Groenlandia nos pilla muy lejos. No tanto: desde Galicia, Groenlandia está a solo cuatrocientos kilómetros más que la isla del Hierro. Con esto del cambio climático, quizás tendríamos que ir haciendo planes. En cuanto se conozca la oferta de Trump, que ponga Pedro Sánchez un euro más sobre la mesa.

Todo sea para mayor gloria de nuestro país y nuestro monarca, Felipe VI de España y I de Groenlandia. ¡Por fin, como en los mejores momentos de nuestra historia, podremos volver a decir aquello de que en España no se pone el sol! Al menos, no en verano.