Esta es la condición de las baterías de los coches eléctricos tras un trote de 260.000 kilómetros
La autonomía y salud de estos vehículos son cuestiones que preocupan a los consumidores
Los vehículos eléctricos empiezan a ser cada vez más comunes en nuestras carreteras, más aún si tenemos en cuenta la intención de la eliminación paulatina de los coches de combustión en Europa. Así, este tipo de transporte se ha vinculado a grandes beneficios, sobre todo medioambientales, pero surge la duda sobre la autonomía real que tienen, que es una cuestión que preocupa mucho a los consumidores.
En este sentido, hay que centrarse en sus baterías, como ha hecho Dekra, organización alemana "enfocada en servicios de inspección, ensayo, certificación, asesoría y formación para la gestión segura y sostenible de activos", que se fundó "para garantizar la seguridad vial mediante la inspección de vehículos", según explican ellos mismos en sus sitios oficiales. Así, aseguran que las fuentes de alimentación de los eléctricos duran más de lo esperado.
Estudio de las baterías de los coches eléctricos
En su estudio han recogido datos de 25.000 pruebas de baterías en recorridos después de hasta 260.000 kilómetros y han determinado que es recomendable, en general, no cargarlas al 100% para mantener su capacidad de mejor manera, eso sí, aun cuando se hace este tipo de rutina las baterías responden mejor de lo que pensaban antes de analizarlas.
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Christoph Nolte, director de Dekra, manifestó en un comunicado de prensa que "incluso en los vehículos con mayor kilometraje medimos en la mayoría de los casos un nivel de salud superior al 90%". Obviamente, depende de qué tipo utilicen y de los modelos de coches, pues algunos tienen un rendimiento mejor que otros, aunque la empresa alemana no quiso hacer públicos cuáles pasaron peor sus pruebas.
Según el medio danés Boosted, hay otros especialistas que distan de este pensamiento y los resultados de las baterías de los coches eléctricos, asegurando algunos de ellos que estas se desgastan considerablemente después de 100.000 kilómetros. Lo que parece clara es una cuestión, y es que aún nos queda mucho que aprender sobre este medio de transporte que se supone que ocupará nuestra vida dentro de no muchos años, así como la evolución y desarrollo del mismo por parte de quienes los construyen.